En una primera mirada, y quizás como ningún otro evento en épocas recientes lo permitiría, el conflicto en torno a la distribución de vacunas contra la covid-19 nos obliga a observar con suma nitidez el orden desigual que hemos heredado del capitalismo en su fase de mayor aceleración. La convención intelectual predominante nos diría que es suficiente quedarnos ahí. Sin embargo, las prácticas de acaparamiento de los países más poderosos (y ricos) en menoscabo del Sur Global, no ocurren por fuera de la competencia geopolítica que signa nuestro tiempo, sino todo lo contrario: los fármacos describen una “toma del poder global por asalto” de Big Pharma y un conjunto de modificaciones del orden mundial que ha moldeado nuestra existencia contemporánea.