El Instituto Samuel Robinson para el Pensamiento Original es un centro de investigación y análisis establecido en Caracas en octubre de 2020.

Como su nombre lo indica, se trata de una iniciativa basada en el cuerpo reflexivo de la obra del intelectual más controversial e imaginativo de la Venezuela del siglo XIX, Simón Rodríguez, quien adapta el seudónimo con el cual, en 1797, partió de la capital venezolana para no volver, emprendiendo un periplo ininterrumpido por Europa y América hasta sus últimos días en la costa peruana, luego de haber interactuado, en ambos continentes, con los grandes eventos de la historia y con los intelectuales, políticos y pensadores más connotados de su época.

Mentor de figuras emblemáticas como Simón Bolívar y Andrés Bello, Rodríguez fue un hombre polifacético que desempeñó oficios desde cajista de imprenta hasta ministro de obras públicas, agricultura y salud pública en Perú y Bolivia, cuando tras la guerra de independencia urgía la necesidad de construir un mundo acorde a la aurora de lo que a partir de ese momento sí podio llamarse el nuevo mundo. Sin embargo, como tantas figuras notables de su tiempo, las intrigas y pugnas de poder lo llevaron al destierro y la vida en la periferia. Desde la educación popular para los más pobres, basado en la práctica hasta la construcción de un pensamiento de amplitud filosófica, su mirada, postergada o abordada de forma aislada, el Instituto sostiene que ofrece claves que hoy en día ofrecen una serie de herramientas que plantean una cartografía adaptable a las urgencias del siglo XXI.

Partiendo de un mundo globalizado y cada vez más interconectado, su obra también arroja luces propositivas no sólo para Venezuela, sino también para los demás paises cuyos proyectos de liberación e independencia han sido postergados por la subordinación política y económica, en especial los que hoy en día se encuentran en la primera línea de contacto de los lugares que resisten a los embates de los dictámenes del neoliberalismo y su militarización generalizada de todas las esferas de la vida.

De este modo, el Instituto Samuel Robinson toma como punto de partida la premisa (junto a sus líneas maestras) de que en el tiempo histórico de mayor peligro para la especie humana impera la necesidad de constituir respuestas a los esquemas habituales de pensamiento en Occidente, hoy agotados y al limite, acentuando aún más la hora de un repertorio intelectual realmente existente y capaz de construir interfaz con lo mejor de otros lugares del Sur Global, que en estos tiempos apocalípticos se convierten base para alternativas sólidas y probadas al calor de las agresiones y la producción demostrada de formas de resistir.

La construcción de un aparato de pensamiento común por naturaleza exige heterogeneidad, múltiples orígenes, cooperación, intercambio y la puesta en práctica de la palabra, asimismo los puentes necesarios para la comprensión común. La radicalidad del mundo de hoy, así invoque las fuentes de lo original, también depende de los demás orígenes y procedencias: es imposible no hacerlo desde nuestro lugar en el mundo, donde cada vez queda más clara la unidad de destino del Sur Global. Este es un trabajo en proceso y sobre la marcha que aspira a ser respuesta a la crisis y correa de transmisión capaz de ofrecer apoyo, acompañamiento y asesoría en instancias políticas, académicas y populares, en el punto exacto donde el mundo se repliega hacia sus adentros y se extiende hasta el afuera en común.