Esta ponencia enmarcada en la conferencia del Instituto Samuel Robinson tuvo lugar el 4 de diciembre de 2020 en los espacios del Hotel Meliá Caracas, junto a invitados y observadores internacionales presentes en Venezuela a causa de las elecciones parlamentarias.

Conferencia “Crisis y Retos de la Democracia en la Era Multipolar”: Ponencia de la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez

Muy buenas tardes, queridos invitados e invitadas que nos están acompañando el día de hoy en este evento tan importante. Agradezco la invitación al canciller Jorge Arreaza y agradezco al director del Instituto Samuel Robinson, el joven Gustavo Borges. Está marcando pauta este instituto para el estudio, la reflexión, el debate. Quiero agradecer particularmente a este distinguido intelectual, Vijay Prashad, director del Instituto Tricontinental de Investigación Social y miembro de la Internacional Progresista de los Estados Unidos de América, una hazaña, pido para ti un aplauso. También le damos la bienvenida a todos los presentes, a los distintos viceministros que están también acompañando.

Bueno, hace apenas dos días, el Canciller y Gustavo me cursaron esta invitación en medio de una campaña electoral, que es para lo cual están ustedes acá, un evento que sin duda escribirá una página más en nuestra historia republicana, en una coyuntura de las más difíciles que le ha tocado vivir a Venezuela.

El próximo año estaremos conmemorando el bicentenario de la Batalla de Carabobo, que selló nuestra independencia y de la Patria Grande, porque de allí salió nuestro Libertador Simón Bolívar a liberar a los países de la Patria Grande. No es cualquier cosa lo que ha marcado nuestra historia. Lo que decía Vijay es verdad, el ejercicio de la democracia no es solamente el voto, no. La democracia es todos los derechos para todos y el título de la conferencia alude a la “crisis y los retos de la democracia en la era multipolar”.

Crisis, sin duda, en la que estamos sumidos. El planeta entero está sumido en una crisis profunda por la escogencia de un modelo de producción, de reproducción, de interconexión, que es un modelo de hegemonía, de predominio militar, de predominio nuclear, de predominio financiero, de dominio energético, por parte de polos imperiales y de poderes fácticos ingobernables en el planeta.

La Organización de las Naciones Unidas, que dio nacimiento a la comunidad de Estados soberanos bajo una Carta con preceptos, principios y propósitos muy claros de cómo se deberían dar las reglas de funcionamiento y de relación entre las naciones del mundo. Bueno, esa Carta cada día pierde más vigencia en la medida en que los poderes fácticos, el poder mediático, la industria militar, el sector financiero mundial, son ingobernables y pretenden ellos, entonces, gobernar a los Estados soberanos.

Si me preguntan, entonces, hay crisis y el desafío es realmente construir un modelo democrático que sirva a la humanidad, que sirva a la ciudadanía. Tú (Vijay Prashad) tenías absolutamente toda la razón, estamos apenas a dos días, pero lo que ocurrirá el 6 de diciembre en Venezuela no es cualquier elección, no es la formalidad de ir a ejercer el voto, se da en un contexto donde el ejercicio de la soberanía por parte del pueblo de Venezuela, amenazado, agredido vilmente, bloqueado criminalmente, se convierte en una expresión de emancipación frente a los poderes que quieren someter al país. Esta elección será la número 25 desde que el comandante Hugo Chávez llegó al poder político en Venezuela.

Nuevamente será ejemplar para el mundo y, ¿por qué decimos que será ejemplar? porque a pesar de la asfixia, la guerra económica contra el pueblo de Venezuela, las amenazas, los intentos de desestabilización política, intentos de magnicidio, intentos de invasión mercenaria, intentos de pretender sustituir los poderes públicos de Venezuela por un contrato mercenario, el pueblo venezolano de a pie saldrá a expresarse este domingo en unión. ¿Y contra qué nos vamos a expresar? Más de 14 mil candidatos y candidatas están participando en esta elección ¡Más de 14 mil!, pero nosotros, el pueblo venezolano, lo sabemos porque es un sentimiento nacional ya, vamos a pronunciarnos contra el bloqueo criminal a Venezuela, contra las sanciones ilícitas, las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, será un voto de ejercicio consciente contra el bloqueo que ha causado de forma cruel mucho sufrimiento al pueblo venezolano. Más adelante les hablaré de números.

Es realmente un milagro lo que ha ocurrido en Venezuela y cuando decimos ¿cuál es el milagro? decimos que el milagro es el pueblo venezolano. No han podido con nosotros, ni podrán. Está marcado así en nuestra historia, siempre se los repito, quienes quieran dominarnos, quienes pretendan extorsionarnos para torcer nuestra voluntad democrática, están destinados al fracaso porque desconocen nuestra historia, desconocen de dónde venimos.

Hace apenas unos días estábamos conmemorando el bicentenario de los Tratados de Trujillo, donde Simón Bolívar selló un acuerdo, un tratado con el comandante de Fernando VII, Pablo Morillo, en el estado Trujillo, que le permitió a nuestro Libertador recomponer fuerzas camino a la Batalla de Carabobo, con un tratado de regularización de la guerra. No me canso tampoco de decirlo, el Libertador fue un grande, un ciudadano universal que dejó un legado para el mundo entero.

La Convención Internacional de los Derechos Humanos está basada en el legado de nuestro padre Libertador y en ese tratado de regularización de la guerra, en el que Bolívar hablaba de los derechos humanos, es un tratado sobre los derechos humanos. Bolívar no concebía el aniquilamiento del enemigo. Bolívar quería hacer entender al enemigo nuestro derecho irrenunciable y sagrado a ser libres e independientes. Era lo que decía. No decía aniquilar por aniquilar, por la fuerza de la razón a través de la diplomacia y por eso nuestra diplomacia es Diplomacia Bolivariana de Paz, o por la imposición de las armas, como sacó su espada para defender la dignidad del pueblo venezolano, tal como tú (Vijay Prashad) decías, democracia también es dignidad: cómo los pueblos ejercen su derecho a la autodeterminación y el derecho que tenemos todas y todos a expresarnos libremente en forma digna, es el derecho a la dignidad.

Así que este debate tan importante nos lleva a repensar el mundo. Una de las principales inflexiones actuales que ha vivido la humanidad se llama la pandemia de COVID-19. A finales de diciembre (2019), cuando supuestamente en los primeros hallazgos, hablaban en China de esta pandemia. Ya han surgido otras tesis. Luego inicio del mes de enero, cuando se informa a la Organización Mundial de la Salud sobre los peligros de estos hallazgos y, bueno, el desarrollo que tuvo a partir del mes de febrero en países europeos: España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, y luego cómo la pandemia llega a nuestra América en forma importada. Nuestros primeros casos llegaron importados en un vuelo desde España.

Y la pandemia dejó, y yo espero que sea así, reflexiones o enseñanzas a la humanidad. La primera de ellas, la crisis del modelo capitalista para garantizar el acceso universal a la salud, para garantizar el derecho a la vida de los pueblos. Vimos cosas realmente dantescas. Vimos seres humanos caer muertos en las calles. Eso lo vimos en países de nuestra Sudamérica. Quienes siempre se han negado a siquiera concebir el derecho público a la salud, el derecho gratuito a la salud, fueron los países que más sufrieron para atender de forma general y universal a las poblaciones contagiadas.

Suramérica, una de las más afectada. El epicentro pasó de Europa inmediatamente a Suramérica, Brasil al frente. Brasil, ustedes saben, una franquicia del gobierno de Donald Trump, irracional, negaba su presidente la existencia del virus, decía que era una gripe más y ha sido uno de los países más afectados por el COVID-19. Fallecidos, veíamos fallecidos en las calles. Tuvieron que improvisar cementerios para poder enterrar a personas a las que ni siquiera se les pudo dar, conforme a la religión de cada persona, una sepultura con sus seres amados.

Vimos situaciones muy caóticas, críticas, pero lo que estaba expresándose allí, en Perú, en Chile, en Ecuador, en Colombia, en Brasil, era la crisis del modelo. Al igual que los Estados Unidos, que se convirtió en el epicentro de la pandemia. La misma irracionalidad. Donald Trump tomó medidas tardías. 90 días le tomó tomar la primera medida y acción contra el COVID-19 y en esos 90 días, el virus creciendo, reproduciéndose rápidamente. Cada día cuenta para el COVID-19.

Por eso el presidente Nicolás Maduro, haciendo siempre seguimiento de la coyuntura mundial, inmediatamente en el mes de marzo decretó la alarma constitucional en Venezuela para atender la coyuntura del COVID-19, y días antes ya había creado la comisión presidencial para atender la pandemia, con un conjunto de científicos y profesionales que daban recomendaciones y el Presidente tomando decisiones.

Así se construyó lo que hemos llamado el modelo venezolano para atender el COVID-19, la fórmula 7+7. Desde el mes de marzo hasta el mes de junio, Venezuela estuvo en cuarentena consciente, disciplinada, mientras que en otros países tuvieron que sacar al ejército, el presidente siempre confío en la disciplina, la consciencia y la organización del pueblo venezolano y ¿en qué nos sostuvimos nosotros para atender el COVID-19? Lo primero, nuestro Sistema Nacional de Salud. Al día de hoy, las personas contagiadas por COVID-19 han acudido el sistema público de salud en 99.38%.

La segunda acción fue la coordinación con el sector privado, pero bajo las políticas del Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela y bajo las directrices de la comisión presidencial. Así se dio, pues, la coordinación, pero el basamento, la columna vertebral, fue el sistema público de salud y lo sigue siendo.

El segundo aspecto: la cooperación médica Cuba-Venezuela, donde sacamos 15 mil brigadas a las calles a hacer despistaje masivo. Nos fuimos a buscar los casos. No esperamos que llegaran a los hospitales, no, nosotros los fuimos a buscar. Lo primero que hicimos fue una encuesta nacional con la plataforma tecnológica del Sistema Patria, donde más de 15 millones de personas respondieron la encuesta y ¿qué era la encuesta? Era sobre los síntomas del COVID-19 y en base a los resultados que arrojaba la encuesta, mandábamos a las brigadas médicas a hacer el despistaje con pruebas rápidas y, luego, la fase de la prueba molecular.

Esto lo permitió el modelo venezolano, donde la salud es un derecho sagrado, un derecho de acceso universal, gratuito; permitió que nosotros pudiéramos atender a todos los pacientes, aun en medio del peor bloqueo criminal.

El intelectual Vijay Prashad y la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez. (Foto: Cancillería Venezuela)

Nosotros garantizamos y eso, aquí entiendo que hay invitados europeos; nosotros no esperábamos para darle atención médica a los que estaban en condición moderada o grave. El 80% de las personas contagiadas en Venezuela son asintomáticas, pero a los asintomáticos los enviábamos a un hotel sanitario y le dábamos tratamiento gratuito, todos fueron atendidos con tratamiento gratuito; todos, sin excepción, los asintomáticos y los sintomáticos. Y los sintomáticos los atendíamos en el sistema de salud, a través de hospitales centinelas y a través de los Centros de Diagnóstico Integral que soporta la misión médica Cuba-Venezuela. Ese fue el esquema, pero eso nos lo permitió nuestro modelo de igualdad y de justicia social, de equidad, basado en el Congreso de Angostura, el discurso que da nuestro padre Libertador Simón Bolívar. Es ese mismo discurso que sustenta la primera ley americana de seguridad social. Así está descrito y sustentado.

Luego de la atención, nosotros tuvimos que traer medicinas del mundo. ¿Ustedes saben que estamos bloqueados? Muchos proveedores, por ejemplo, de la India, los llamaban de Estados Unidos: “¿Usted está vendiendo medicinas a Venezuela? Va a ser sancionado”. Los amenazaban. La amenaza imperial. Esa gobernanza global, bajo el esquema de la tan publicitada en los años 90 de la globalización, lo que suponía era menos soberanía para los países, porque la gobernanza global no estuvo concebida en términos de intercambio y cooperación internacional. Estuvo concebida en términos de dominio, predominio y hegemonismo. Ese es un desafío, ese es un desafío actual para el mundo entero. Así que esta inflexión mostró la crisis, la profunda crisis económica que se creó. ¿Cuál es la economía pospandemia? Ignacio Ramonet ha escrito mucho sobre este tema. ¿Cuál es la economía pospandemia? ¿Va a seguir la humanidad el mismo rumbo? Porque otra de las reflexiones y lecciones de la pandemia tuvo que ver con el cambio climático y los derechos de la naturaleza.

El modelo en su conjunto entró en crisis y los centros de dominio imperial creen que con la vacuna va a curar la crisis del modelo y del sistema, y entraron en la carrera por las vacunas, que debería ser un bien de acceso universal, dicho sea de paso, así lo solicitó el presidente Nicolás Maduro el día de ayer en su intervención ante las Naciones Unidas. Se ha entrado en esta carrera por las vacunas los grandes polos imperiales, repito, creyendo que así van a poder subsanar las fallas de nacimiento que tiene el modelo. Eso creen y los vemos en los indicadores económicos: sube el petróleo y ¿por qué sube el petróleo? Por la esperanza que tiene la vacuna, y también subieron los commodity, ¿por qué subieron los commodity? Por la esperanza que está dando la vacuna. Es una falsa esperanza, porque la falla de origen del modelo es la crueldad y la forma en cómo reproduce la desigualdad y la pobreza; esos son los reales desafíos y, entonces, nos lleva a pensar en un mundo predominantemente capitalista, reproductor de desigualdad y pobreza, que obviamente la democracia sigue siendo un desafío a concebir y a realizar, y eso nos lleva a ver lo que tú (Vijay Prashad) decías, el papel de China. La economía de China fue la única que creció en el mundo en este año de pandemia. China se convirtió además en el gran proveedor del planeta en todo lo que tuvo que ver con insumos para atender el COVID-19. Nosotros vimos llegar a Europa, a Italia, llegar el primer avión de China para apoyar en una Europa en crisis y ahí estuvo China, y eso dentro de todo lo que tú (Vijay Prashad) estabas diciendo sobre lo que representa China como una potencia ya en el mundo y de gran desarrollo en el futuro.

Así que, bueno, esta inflexión llamada pandemia de COVID-19 me lleva a decirles lo que hicimos en Venezuela. ¿Cómo concibió el presidente Maduro la fórmula 7 + 7? Les decía que desde el mes de marzo hasta el mes de junio estuvimos en cuarentena. Nosotros veíamos en otros países toque de queda, tanques de guerra en la calle, el ejército, toda la fuerza armada y el Presidente dijo: “La consciencia del pueblo” y en estos meses el pueblo venezolano aprendió a cuidarse y en ese momento el Presidente dice: “bueno, vamos a un esquema”. Habíamos escuchado de unos científicos que hablaban del esquema de los 14 días de cuarentena por 14 días de flexibilización, que tiene que ver con los días de gestación del virus y nosotros consultamos con nuestros científicos y el presidente Nicolás Maduro decidió el esquema de 7 días de cuarentena y 7 días de flexibilización, que acompañamos hasta el 1° de diciembre, cuando hemos entrado en un esquema de flexibilización ampliada hasta fin de año.

Así que eso poco se sabe, Venezuela tiene una de las tasas de mortalidad más baja del mundo, a pesar de estar rodeados de Colombia, que está entre los primeros países del mundo en números de contagios y fallecidos; a pesar de ser vecinos de Brasil, epicentro de la pandemia en Suramérica. Venezuela ha podido resguardar sus fronteras y ha podido apaciguar su curva de contagios, que venía de un fuerte crecimiento durante los meses de agosto y septiembre, y hemos podido controlarla a partir del mes de octubre y noviembre. Esa ha sido la combinación: la consciencia del pueblo, la disciplina del pueblo venezolano, el estudio y seguimiento científico de las situaciones en otros países, pero si ustedes me preguntan. ¿Por qué están ustedes acá? Porque ustedes saben que en Venezuela se está jugando mucha dignidad de pueblos en el mundo que defienden su libertad, su soberanía y su independencia. En Venezuela se está jugando la autodeterminación. Nos estamos jugando los principios y los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas. A principios de año, el gobierno de Donald Trump creó un artificio, algo que nunca nos imaginábamos y creó un presidente artificial para Venezuela, no en Venezuela porque aquí no existe, ¡para Venezuela! y un grupo de países, de gobiernos súbditos, se sumaron a esa errónea estrategia para derrocar al pueblo venezolano, no al presidente Nicolás Maduro, no, para derrocar al pueblo venezolano, que durante este período de la Revolución Bolivariana, en comparación con la IV República, ha ejercido el derecho al voto en 24 oportunidades y dentro de dos días será la número 25. Si comparamos con la IV República, el índice era 0.38 elección por año. Durante la Revolución, 1.14 elección por año. Entonces, eso a Europa no le gusta. Hemos sido sancionados por convocar elecciones, no les gusta que el pueblo se exprese, no, es como ellos dicen, es como Estados Unidos manda, es como Estados Unidos y sus gobiernos aliados, satélites, ordenan. Por eso esta elección es fundamental, porque esta elección le está diciendo al mundo que el destino de Venezuela lo deciden los venezolanos y las venezolanas. No hay una fuerza externa que venga a decidir por este pueblo, por eso no es cualquier elección.

Los europeos se molestan y llaman al canciller: “Es que ustedes no hacen las cosas como nosotros queremos” y Estados Unidos se enfurece y amenaza con invasión. Y este año y el año pasado recrudecieron la asfixia económica contra Venezuela. La llevaron al punto de que en Venezuela la caída de los ingresos de divisas cayó en un 99%. Eso no representa ni siquiera un 5% de la crisis económica originada por la pandemia. Entonces, todos los gobiernos, todos los ministros de economía, se reúnen, y los bancos centrales, y qué hacemos. No representa ni el 5% de lo que ha vivido este pueblo, este país, por la crueldad del Gobierno de Donald Trump y las administraciones estadounidenses, que decretaron en el año 2015 que Venezuela es una amenaza a la seguridad y a la política exterior de los Estados Unidos.

Una mirada a la ponencia de la vicepresidenta Delcy Rodríguez desde los invitados internacionales. (Foto: Cancillería Venezuela)

Allí nació esta historia del bloqueo y de las sanciones ilícitas. Les traigo aquí unas citas que tengo que leérselas, porque hay quienes pretenden de forma irracional culpar al Gobierno (venezolano) de las sanciones, pero si ellos lo han dicho y han dicho que además es lo que debe pagar el pueblo venezolano para sacar el Gobierno. Entonces, esta situación de crisis económica no es del Gobierno (Bolivariano). Ha sido una confesión del Gobierno de los Estados Unidos y por lo cual lo llevamos ante la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad contra el pueblo venezolano. Una violación masiva de los derechos humanos. Si hablamos que democracia es todos los derechos para todos, bueno, ahí hay violación de la democracia, sin duda alguna, en todas sus dimensiones.

El Departamento de Estado en enero de 2018 dijo: “La campaña de presión contra Venezuela está funcionando. Las sanciones financieras que hemos impuesto han obligado al Gobierno (de Maduro) a comenzar a caer en default, tanto en la deuda soberana como en la deuda de Pdvsa. Y lo que estamos viendo es un colapso económico total en Venezuela, entonces, nuestra política funciona, nuestra estrategia funciona y la mantendremos”. Perdóneme, no funciona, aquí estamos nosotros, aquí está el pueblo de Venezuela vivito, coleando y votará el 6 de diciembre ¡Fracasaron, fracasaron!

William Brownfield dijo en octubre de 2018: “No podemos hacer eso —es decir, lo que ya saben que están haciendo— y pretender que no va a tener impacto. Tenemos que tomar una decisión dura. El fin deseado justifica ese severo castigo”. Donald Trump, el 8 de agosto de 2017, dijo: “La gente está sufriendo y muriendo. Tenemos muchas opciones en Venezuela, incluyendo una posible opción militar en caso de ser necesario”.

Todo este entramado de medidas coercitivas unilaterales dirigidas a la guerra económica contra Venezuela para derrotar a su pueblo, dirigida contra sus mujeres, los niños, los adultos mayores, fracasaron. Su artificio indecente y criminal, cínico: ¡fracasó! Es la nada en Venezuela y este domingo se va a demostrar que es la nada, porque el pueblo de Venezuela tiene una factura que cobrar y la va a cobrar el 6 de diciembre. No tenemos la menor duda de ello. Es la unión nacional que rechaza esa forma de ejercicio apolítica, basada en la fuerza, la amenaza de los poderosos, de quienes tienen el dominio armamentista; es un rechazo completo. Es una elección, sin duda, trascendental para nuestra patria. Así que, si hablamos de democracia, tenemos que hablar de igualdad, tenemos que hablar de desarrollo, tenemos que hablar de riquezas distribuidas de forma igualitaria, y eso está por verse, el modelo está por verse.

El modelo de Venezuela de inclusión, de justicia, de equidad social, demostró que sí se puede. Venezuela fue reconocida por la Unesco por su matrícula escolar universitaria, fue reconocida por la FAO por su política de alimentación, fue reconocida por las Naciones Unidas como líder en construcción de viviendas para el pueblo, fueron reconocidos sus índices en salud, en desarrollo, y ese fue el modelo que atacaron cuando la guerra económica, porque como bien tú (Vijay Prashad) dices, más allá de que este país tiene las mayores riquezas de petróleo, de gas, de minerales, de biodiversidad, más allá de eso, lo que está en juego es el modelo, por eso ellos no se equivocaron en 2015, cuando dijeron que amenazábamos su política exterior. El Modelo Bolivariano es una amenaza al modelo monroísta de expansión imperialista y de ocupación territorial, y de invasiones, de poderío, para tener control de las riquezas de todo el planeta, ¡claro que es una amenaza! pero nosotros no somos una amenaza a la paz de ningún pueblo.

Recién lo decíamos cuando se cumplían cuatro años de la partida a la eternidad del Comandante Fidel Castro, que cuando el Comandante Fidel y Hugo Chávez se reunían no era con un mapa para ver dónde iban a caer las bombas que ellos iban a lanzar para destruir. Ellos se reunían, pasaban noches enteras sin dormir, horas y horas y horas, para ver qué programas sociales de felicidad, de esperanza, de futuro para los pueblos, en educación, en alimentación, en vivienda. Esa es la diferencia entre Monroe y Bolívar. Es el modelo que nos estamos disputando y donde no tengo la menor duda, querido hermano (Prashad), que has venido a acompañarnos en este evento tan importante, donde no tengo la menor duda de que saldremos victoriosos. Así que muchísimas gracias por estar presente en este evento que tendrá repercusión internacional y mundial, y, sobre todo, tendrá una ratificación del derecho a la autodeterminación de Venezuela.

¡Muchísimas gracias!

AUTOR
Instituto Samuel Robinson
ASOCIADO