Las banderas de la UE ondean a las fueras de la Comisión Europea en Bruselas

La UE marca distancia de la extrema derecha venezolana

El reciente anuncio del despliegue de una Mision de Observación Electoral (MOE) de la Unión Europea (UE) en Venezuela, previsto para las próximas elecciones de noviembre, ha terminado desencajando las posiciones de Leopoldo López y al mismo Juan Guaidó frente a ese tema.

Recordemos, recientemente el Consejo Nacional Electoral (CNE) invitó a la UE, tal como lo hicieron en 2020 y 2018, para que acompañaran los comicios en el país y estos han aceptado.

Detalles: Recientemente López ha advertido a la UE que “Venezuela no cumple con los estándares” para el envío de una MOE al país.

Así se lo refirió López a la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová. “Nos preocupa que bajen los estándares europeos de lo que es una elección libre, porque eso solo blanquearía al régimen y sería muy peligroso”. López cuestionó a la UE indicando que no se están cumpliendo con los seis meses previos que serían necesarios para “una misión de observación electoral seria”.

Juan Guaidó había referido anteriormente que la UE estableciera términos “claros” sobre su observación y ha sostenido, al igual que López, que “no existen condiciones” idóneas en lo electoral en Venezuela.

Declaraciones: Funcionarios europeos declararon a la agencia de noticias EFE y han respondido al cuestionamiento de la seriedad de su MOE, como remarcó López en sus declaraciones. Indicaron que “es necesario hacer un balance del peso de Guaidó y de López, porque la Plataforma Unitaria decidió participar de las elecciones y apoya el envío de la misión de observadores”, dijo un funcionario de la UE.

“Respetamos sus puntos de vista, pero su propio partido (Voluntad Popular) está a favor de participar en las elecciones y enviar la misión” , señaló el funcionario, agregando que “esa opinión contra participar en las elecciones solo se puede aplicar individualmente a Guaidó y López”, dijo aislando a los venezolanos en sus posturas.

De acuerdo con el funcionario, la decisión no encontró voces en Europa y ningún partido bloqueó la iniciativa, ni siquiera del Partido Popular español, por el cual el padre de López, Leopoldo López Gil, es diputado en el Parlamento Europeo.

Incluso en Estados Unidos, refirió, “la tendencia es hacia el pragmatismo, el ambiente ha cambiado. El objetivo es encontrar una solución negociada a la crisis” , añadió.

Según las fuentes europeas referidas por EFE, “quizá deberíamos preocuparnos más de los que sí han decidido participar en las elecciones”, y justificaron ese señalamiento en base a supuestos “riesgos físicos” que lidian los políticos antichavistas en Venezuela. Sin embargo, es evidente que el comentario va por elevación para desestimar más todavía las críticas de Guaidó y López.

Por qué es importante: Al desarrollarse los procesos de injerencismo contra Venezuela, han sido los factores externos los que han mantenido posiciones reales de negociación con el chavismo y luego de ellas yace el desarrollo de la agenda de diálogos en México, donde los opositores toman parte activa luego de un agotamiento de las estrategias de “máxima presión” articuladas desde el frente externo contra Caracas.

En este cuadro singular, Guaidó y López no cuentan con la facultad de intervenir o detener estos procesos con las nuevas gravitaciones que están generando. El despliegue de una MOE en Venezuela, lejos de sus expectativas y exigencias, sobreviene como claro ejemplo de esto.

La distancia de la UE frente a Guaidó y López también se explica por un evidente aislamiento que estos han sufrido entre los propios opositores venezolanos. Cuestión que obedece a las conocidas divisiones entre ellos, pero que se acrecentaron desde que el gobierno fake de Guaidó, teledirigido por López, puso mano a recursos estadounidenses y activos nacionales fuera del país en una madeja de preferencias y corrupción.

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