Pedro Castillo junto a Guido Bellido en el acto de toma de posesión del presidente peruano

La crisis fabricada que enfrenta Pedro Castillo

Este miércoles, el presidente de Perú, Pedro Castillo, anunció la renuncia de Guido Bellido, Ministro de Gobierno, quien apenas pudo posicionarse sobre el cargo hace poco más de dos meses.

“El día de hoy hemos aceptado la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido Ugarte, a quien le agradezco por sus servicios prestados”, dijo Castillo en un breve mensaje a la nación.

Detalles: Al ahora exfuncionario se le acusaba de misoginia y homofobia por declaraciones pasadas en redes sociales, se le cuestionaba por su férreo apoyo al líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, investigado por presunta corrupción, y por sus desacuerdos con otros miembros del Ejecutivo por sus posiciones consideradas más moderadas, señala el medio ruso Actualidad RT.

La renuncia ocurrió por solicitud del presidente Castillo, cuyo fin era zanjar la primera gran crisis institucional con Castillo en el cargo, que tuvo sobre la mesa la implementación de una vacancia por parte del parlamento y que se traducía en primer plano en la remoción de los cargos ministeriales.

En su discurso, el mandatario hizo hincapié en la importancia del “equilibro de poderes”, al ser “el puente entre el Estado de derecho y la democracia” y al tener como misión salvaguardar la “tranquilidad y cohesión en el gobierno”.

Sin embargo, alertó que “es así que tanto la cuestión de confianza, la interpelación y la censura no deberían usarse para crear inestabilidad política”, en referencia al caldo de presiones que desembocaron en la salida de Bellido del gobierno.

La medida de Castillo, a su criterio, obedeció para “garantizar la gobernabilidad” en su gobierno, el cual permanece en el ciclo turbulento sumamente prolongado de la política nacional, con todos los expresidentes judicializados y un bucle de ingobernabilidad que se desarrolla mediante poderes superpuestos. Todo en medio de una fragilidad que ha impuesto la diatriba interna.

El stablishment peruano ha procedido a degradar al gobierno, apuntando contra los nombramientos en el gabinete. En efecto, ya hay investigaciones abiertas por la Justicia peruana en medio de una presión creciente desde el Congreso y la prensa para que los ministros fueran destituidos, sin que hubieran concretado aún sus primeras acciones en el Gabinete.

Disputa: Sin embargo, las presiones contra Castillo no provienen exclusivamente desde la derecha. Sectores moderados que componen el gobierno también han sostenido señalamientos contra los “radicales” provenientes de Perú Libre, donde el principal blanco es Vladimir Cerrón, quien incluso podría ser judicializado por la derecha.

Castillo juramentó este miércoles a los nuevos miembros de su gobierno después de la salida de Bellido, y como su sucesora nombró a Mirtha Vásquez, expresidenta del Congreso y congresista por el progresista Frente Amplio.

La primera ministra juró su cargo “por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad, sin discriminación”. La nueva líder del gobierno es una mujer conocida por su activismo medioambiental y su defensa de los derechos de las mujeres.

Por qué es importante: Castillo resuelve coyunturalmente un nuevo tramo de la crisis continuada y con ello otorga más lugar a la izquierda moderada en el poder. Sin embargo, ello no resuelve el plan político de desbancarlo.

En un mensaje posterior a su renuncia Bellido culpó a las “fuerzas fácticas” que “han ido entorpeciendo al gobierno sistemáticamente”. “Estos poderes fácticos, financieros y empresariales tienen capturados los órganos de justicia que, amparados en el eufemismo de la economía de poderes, no se someten a las elecciones y quieren gobernar nuestro país como una organización que criminaliza a todo opositor político”, aseguró.

De ahí que próximamente es muy probable que la fabricación de una crisis para apuntar y vacar al mandatario podría estar a la vuelta de la esquina.

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