En pocos días, Joe Biden ha dejado claro que los ataques contra Rusia y China delinearán la política exterior de su administración

Estados Unidos vuelve a alimentar las tensiones con Rusia y China

En sus primeros meses de mandato, Joe Biden ha dejado claro que no se diferencia mucho de Donald Trump. Aunque la narrativa se ha centrado en que el mandatario viene a desmantelar los acuerdos establecidos por la administración pasada, incluso la torpeza para reestablecer relaciones bilaterales equilibradas con Rusia y China siguen intactas.

Los hechos frente a Rusia: En un informe de 15 páginas publicado a principios de esta semana, todos los servicios de inteligencia de EE.UU., incluida la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), concluyeron que Putin interfirió a favor del republicano Donald Trump, quien perdió frente al demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

Las declaraciones: Posteriormente, en una entrevista a ABC News, Biden fue interrogado sobre este y diversos temas con relación a Rusia, también le preguntaron si piensa que Putin es un asesino, a lo que contestó: “Sí, lo creo”.

A estas declaraciones le anteceden la poca claridad que hasta ahora ha mantenido EE.UU. sobre la extensión del acuerdo de desarme nuclear New START, su posición injerencista frente al caso Navalni y los supuestos ataques (cibernéticos) de “SolarWinds”, que Washington atribuye a Moscú.

Horas después, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció nuevas sanciones a Rusia bloqueando la exportación a ese país de productos que puedan emplearse para actividades de armas químicas.

Respuestas: Las reacciones desde Rusia estuvieron a cargo del propio presidente Vladimir Putin, quien deseó buena salud a Biden mientras reflexionaba sobre sus declaraciones y concluía que determinados comportamientos en personas y países surgían de cómo se ven estos a sí mismos.

La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajárova, afirmó en un comunicado que las relaciones con Washington “atraviesan una situación grave”, y que Moscú quiere evitar su “degradación irreversible”.

Los hechos frente a China: Casi en paralelo a las declaraciones sobre Rusia, se producía en Anchorage, Alaska, la primera reunión entre funcionarios de alto nivel de China y EE.UU. Del lado estadounidense, acudió el secretario de Estado, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; y por el lado chino, el responsable del Partido Comunista de China para Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, y el jefe de la diplomacia, Wang Yi.

Antony Blinken inició el intecambio dejando claro que EE.UU. exigía discutir sus “profundas preocupaciones con las acciones de China en Xinjiang, Hong Kong, Taiwán, los ataques cibernéticos contra Estados Unidos y la coerción económica de nuestros aliados”.

Respuestas: China no tardó en dejar claro que aboga por un orden internacional con base en el derecho internacional y no en las reglas impuestas por pocos países. Yang Jiechi les respondió a los funcionarios estadounidenses que “Estados Unidos no está calificado para hablar con China desde una posición superior, ya que la intimidación no funciona para el pueblo chino”. Yang exhortó a Estados Unidos a resolver sus propios problemas de derechos humanos antes de interferir en los asuntos internos de China.

Por qué es importante: Tanto China como Rusia coinciden en la importancia de que el diálogo con Washington sea sincero y respetuoso, considerando prioritario promover la cooperación y evitar confrontaciones.

Biden comienza con mal pie y tropieza nuevamente al tratar de imponerse sobre estas potencias emergentes escalando las tensiones y desfavoreciendo toda posibilidad de reestablecer relaciones de entendimiento.

La decisión de EE.UU. de sostener este tipo de acciones frente a estos dos países, tomando en cuenta el evidente cambio en sus posiciones de influencia en Occidente, podría seguir evidenciando el deterioro sistémico de su propia estructura política global. La nuevas “Guerra Fría”, como arma para jugar en el tablero geoestratégico, también se están quedando sin fuerzas.

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