La relación entre el Estado venezolano y el sistema ONU representa uno de los vectores decisivos del frente externo del país

El frente externo se mueve alrededor de Venezuela en dos bandas

El Presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo una videoconferencia con la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, donde trataron sobre la cooperación con su Oficina, el impacto negativo de las sanciones y las política nacionales para controlar la pandemia.

Dicho acercamiento ratifica la posición del gobierno legítimo de Venezuela ante el sistema de Naciones Unidas en aras de la colaboración institucional y el apego de Venezuela a los estandares internacionales en materia de Derechos Humanos.

Pero también el gobierno estadounidense hizo contactos (con Juan Guaidó) en el marco de la estrategias para la toma de los poderes venezolanos por vías de presión.

Ambos eventos fueron casi en simultáneo, siendo esta confluencia signos de movimiento en el frente externo venezolano.

Contexto: Desde octubre pasado, el Consejo de Derechos Humanos (DDHH) de la ONU aprobó reforzar los trabajos conjuntos que mantiene con Venezuela en esta materia.

El Presidente publicó en la red social Twitter que durante la videollamada ampliaron elementos en materia de política, “sostuve una excelente videoconferencia con la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH, @mbachelet. Conversamos sobre los efectos negativos de las sanciones contra Venezuela, también ampliamos elementos en materia de nuestra política de atención a la pandemia del covid-19″.

En el mes de septiembre de 2020, el presidente Maduro sostuvo una reunión con la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, ocasión en que ratificó el compromiso del Estado venezolano de seguir avanzando en la cooperación con su oficina en Ginebra y su equipo en el país.

Por su parte, el Gobierno Bolivariano renovó, por otro año más, el Memorándum de Entendimiento sobre cooperación y asistencia técnica que mantiene con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas firmado en 2019, el cual apunta a mejorar la protección y promoción de los DDHH en Venezuela, acción que incluye el fortalecimiento de los mecanismos nacionales de protección de los derechos humanos y del acceso a la justicia, así como facilitar visitas de Relatores Especiales de la ONU.

Por qué es importante: Este acercamiento entre el presidente Maduro y la Alta Comisionada Bachelet ratifica el posicionamiento del gobierno legítimo de Venezuela frente a instancias internacionales para denunciar el bloqueo y los intentos de desmantelar las instituciones venezolanas.

Este movimiento de Venezuela para su frente externo coincidió con el contacto telefónico que tuvo el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, con el dirigente de la oposición venezolana Juan Guaidó sobre “el retorno a la democracia en Venezuela”.

Este es el contacto de más alto nivel del gobierno norteamericano con Guaidó desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo el 20 de enero. Seguidamente, Blinken se refirió a Guaidó como “presidente interino” remarcando la continuidad de la posición de la Casa Blanca en favorecer la figura presidencial paralela y fuera de funciones en Venezuela.

Esta es una agenda que se articula también con la construcción de condiciones para la prolongación del bloqueo. El político norteamericano describió los “esfuerzos” de Estados Unidos para trabajar con la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea(UE) , y otros grupos internacionales para “aumentar la presión multilateral y presionar por una transición democrática y pacífica” en Venezuela.

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