Deforestación en la Amazonía

Cómo las corporaciones deforestan el Amazonas

Las relaciones centro-periferia de explotación forjadas por el sistema mundo capitalista, exacerbadas durante las últimas décadas de globalización neoliberal extrema, agravan la crisis en el corazón ambiental del Sur Global al punto de amenazar su existencia en el largo plazo.

Contexto: A finales del año pasado, La Oficina de Periodismo de Investigación publicó un extenso reportaje en el cual reveló una compleja red de suministro de miles de toneladas soja desde la Amazonía brasileña hacia las granjas de pollos de Reino Unido, evidenciando una relación directa entre el elevado consumo del producto en los supermercados del país europeo y la deforestación alarmante de la sabana brasileña de El Cerrado, concretamente.

Poder: Cargill, uno de los emporios pesados del agronegocio global y la segunda empresa privada de EE.UU., traslada aproximadamente 100 mil toneladas de soja hacia Reino Unido cada año, asegurando con ello el alimento animal en sus granjas y el suministro constante de empresas como Tesco, Asda, Lidl, Nando’s y McDonald’s.

Alarma: Según la consultora de investigación Aidenvironment, se han registrado “800 kilómetros cuadrados de deforestación y más de 12 mil incendios […] desde 2015 en tierras utilizadas o propiedad de un puñado de proveedores de soja de Cargill en El Cerrado. A menudo se inician incendios para despejar los bosques y ayudar a la expansión [de la frontera] agrícola”.

Asunto estructural: Pese a que la administración del Reino Unido ha intentando inhibir las compras de materias primas agrícolas en zonas de deforestación extensiva, la lógica de los negocios continúa imponiéndose. El político conservador Neil Parish ha indicado que “la deforestación legal es generalizada, arraigada y endémica en nuestras cadenas de suministro”.

Datos:
El reportaje también destaca que:

  • El 90% de la deforestación por soja ocurre en El Cerrado.
  • “Las exportaciones mundiales de soja brasileña estuvieron vinculadas a 500 kilómetros cuadrados de deforestación en 2018″.
  • El Cerrado abarca “2 millones de kilómetros cuadrados de tierra. Es un hábitat importante para la vida silvestre, hogar del 5% de las especies de plantas y animales del mundo”.

Actores: Más allá de Cargill, una pléyade de empresas y corporaciones intervienen en la explotación de la zona bajo la mirada complaciente de Jair Bolsonaro:

  • El hacendado Blairo Maggi, exgobernador de Mato Grosso.
  • El fondo financiero estadounidense BlackRock.
  • La multinacional Bunge.

Por qué es importante: El caso de El Cerrado refleja con exactitud las prácticas extractivas sin control que tienen años desarrollándose en toda la Amazonía, causa de los sonoros incendios que acapararon la opinión pública mundial el año pasado. Esta reserva vegetal representa el 10% de la biomasa total del planeta, es responsable de buena parte del agua que llega a los océanos y es uno de los grandes estabilizadores del clima a escala global. Por ende, su agresiva explotación con la finalidad de sostener los elevados niveles de consumo de proteína animal en los países del Norte Global evidencia cómo el patrón de funcionamiento del capitalismo en su evolución actual ha difuminado la (delicada) frontera entre la acumulación de ganancias y la vida de la especie, la cual se enfrenta a la catástrofe climática en ascenso.

ASOCIADO