El encuentro entre Vladímir Putin y Joe Biden en Ginebra levantó expectativas por tratarse de un punto inexorable para las dos potencias. Ambas acudieron a la cita declarando el peor momento en sus relaciones en décadas.
Contexto: La presidencia de Donald Trump estuvo abordada frecuentemente por el stablishment local mediante señalamientos contra el mandatario. Desde sus inicios, la Administración Trump fue acusada de resultar favorecida en las elecciones por la llamada “injerencia rusa”.
Aunque la Administración Trump significó para sus relaciones con Rusia algunas inflexiones y otros varios episodios de choques, todo cambió con el ascenso de Biden, quien ha dicho que actuará en favor del “liderazgo mundial” de su país. Esto, por supuesto, desató nuevas hostilidades con Rusia.
El encuentro: Fue un encuentro que generaba gran expectación y acabó sin la animosidad que se anticipaba, aunque sí con diferencias marcadas, refiere BBC.
Ambos mandatarios describieron como “constructiva” y “positiva” la primera reunión cara a cara. Pero ello no quedó exento de diferencias.
Las conversaciones duraron cuatro horas y el diálogo directo entre ambos duró menos del tiempo programado. Biden aclaró que no hubo necesidad de invertir más tiempo hablando y que había una voluntad genuina de mejorar las relaciones con Rusia.
Las discrepancias más notables se basaron en nudos críticos. Ucrania o la extensión de la frontera de la OTAN al este, el caso Navalny o el rol de Occidente en la promoción de un supuesto nudo crítico para sancionar a Rusia y, seguidamente, puntos donde chocan los intereses de ambos países, como es el caso Nord Stream 2, que ha desatado medidas contra Rusia y presiones a algunos países y empresas de la UE, especialmente en Alemania.
Sin embargo, los mandatarios se han centrado la divulgación del evento, que se realizó en ruedas de prensa separadas, enfatizando los avances y sin dar detalles sobre las discrepancias. Algo que luce a simple vista acordado entre ambos.
Biden en su laberinto: El mandatario volvió a ser noticia por las posibilidades de que este sufriendo desgaste mental por condición senil.
Biden tuvo una breve lapsus al confundir a Putin con Trump. En su rueda de prensa respondió desproporcionadamente a una periodista cuando esta indagó si confiaba en un cambio genuino de actitud por parte de Putin.
Recientemente, ante la UE también se confundió por espacio de un minuto mientras usaba el micrófono y en la Cumbre del G7 se perdió en una cafetería.
Por qué es importante: El encuentro vaticina una desescalada en las tensiones entre ambos países. En efecto, los embajadores de ambas naciones vuelven a funciones y ello es un claro indicador.
Avanzaron en materias de ciberseguridad y armas nucleares, y además enfatizaron en la necesidad de mantener relaciones fluidas.
Las dudas se ciernen sobre el sostenimiento de estos acuerdos desde EE.UU. entendiendo que el conjunto de presiones del stablishment estadounidense son multidireccionales y cualquier distensión con Rusia es vista como un repliegue. En realidad, el saldo de este encuentro está por verse y tendrá varios medidores, como los señalamientos de los cuerpos de seguridad en EE.UU. sobre los llamados “hackers rusos”, el término del Nord Stream 2 o el tratamiento del caso Navalny desde Occidente.
