Retrato de una familia afgana

Perspectivas a partir del nuevo gobierno Talibán en Afganistán

La llegada de la organización Talibán al poder en Afganistán se convierte desde hoy en un punto de atención clave a la seguridad en Asia y consiste en un nudo crucial para la ya compleja crisis de refugiados y migrantes rumbo a Europa.

De acuerdo al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el ascenso militar del Talibán propició unos 250 mil desplazamientos internos y estiman que unos 500 mil afganos podrían salir del país justo ahora. Estiman que la crisis continuará.

Evidentemente, todas las dudas apuntan a las prácticas del Talibán como causa de los nuevos factores de inseguridad y migración, tal como ocurrió con la invasión de la OTAN en los últimos años, que propició el desastre humanitario a gran escala.

Hablando del Talibán, tal vez las circunstancias sean diferentes a las de 1996, ellos se han pronunciado sobre el tipo de gobierno que harán.

Contexto: El Talibán “inclusivo” de 2021 ya no es un reducto ideológico-identitario entre el pueblo pashtún. Según Alastair Crooke para el medio Al Mayadeen, “los talibanes de hoy en día ya no son un simple instrumento de hegemonía pashtún; tal vez hasta un 30% son tayikos, uzbecos o hazara”.

Este martes, el portavoz Talibán Zabihullah Mujahid dio una rueda de prensa y declaró puntos relevantes:

“El Emirato Islámico no busca venganza contra nadie, queremos asegurar que Afganistán no será un lugar de conflicto nunca más. No queremos repetir ninguna guerra. Vamos a formar un gobierno islámico fuerte e inclusivo”.

Permitirán a las mujeres trabajar y estudiar, pretenden “que formen parte activa de la sociedad dentro de los límites del Islam”. Se declaran un gobierno de unidad nacional y sostenido en la diversidad étnica y tribal del país. Además, han pedido a la población que no se retire del país, dicen que necesitarán “a todos los talentos para reconstruir la nación” y nadie debe asumirse perseguido. La dirigencia ha ordenado que nadie tome acción de venganza alguna contra los colaboradores de los estadounidenses y del gobierno saliente.

 En materia de seguridad afirmaron: “aseguramos a la comunidad internacional, incluyendo los Estados Unidos, que nadie será atacado. A nuestros vecinos regionales, que no permitiremos que nadie utilice nuestro territorio para dañarles”. “Pedimos que se nos reconozca internacionalmente”.

“Buscamos integrarnos económicamente con la comunidad internacional, aprovechar nuestros recursos naturales para mejorar la situación económica del país”, agregó el vocero.

Por qué es importante: Es evidente que, suponiendo que las intenciones del Talibán sean genuinas y sus declaraciones ciertas, hay mucho trecho que recorrer por la estabilidad del país. Es evidente que 2021 no es 1996, pero hay factores de tensión.

Las tensiones étnicas ahora ante la ausencia de la fuerza ocupante son una bomba de tiempo.

Otro factor es la propia OTAN, quienes aunque han retirado tropas del país han dicho ya que “están listos” para “bombardear al país a distancia”.

Otro elemento es la autopista del opio en la frontera con Pakistán, con su permeabilidad fronteriza y factores de crimen trasnacional que tienen gran poder armado en el lugar. El Talibán ya anunció que irán contra ellos.

Otro componente a considerar es el alzamiento público que hizo el lunes Ahmad Masud, el hijo del llamado León del Panshir, quien ha hecho un llamado a la resistencia frente al dominio talibán en Afganistán y ha pedido ayuda internacional para crear un frente bélico desde dentro del país. Masud hijo fue formado militarmente en Reino Unido y tiene estrechos vínculos con el gobierno francés.

Entendiendo todo este marco de probabilidades, todo está por verse en la nación afgana. El Talibán necesita cooperación internacional e integración económica para mantener su país lo más pacificado y estable posible, pero deben ganarse la confianza internacional cumpliendo su palabra.

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