Pedro Castillo, del partido Perú Libre, celebra su victoria sobre Keiko Fujimori

La crisis política en Perú se agrava con llamados de golpe militar

La alerta política en Perú ha escalado a un nuevo nivel de peligrosidad. A la acentuada y prolongada crisis institucional se suma el bucle por los resultados en el balotaje presidencial. El presidente Francisco Sagasti ha denunciado llamados de militares retirados a altos mandos en funciones para que asesten un golpe de Estado.

Sagasti refirió la existencia de una misiva firmada por un ex alto mando y seguida de una lista sin firmar de otros ex militares. “Es inaceptable que un grupo de personas retiradas de las Fuerzas Armadas pretenda incitar a los altos mandos para que quebranten el Estado de Derecho”, aseguró el mandatario interino.

“Rechazo este tipo de comunicaciones que no solo son contrarias a los valores y a la institucionalidad democrática sino que también son actos reñidos con la Constitución y las leyes”, agregó. Sagasti recordó que, “en una democracia, las Fuerzas Armadas no son deliberantes, son absolutamente neutrales y escrupulosamente respetuosas de la Constitución”.

Contexto: La semana pasada, luego de señalamientos de Jorge Montoya, ex militar y parlamentario derechista, seguido de otros pronunciamientos que llamaban a anular las elecciones presidenciales y a la toma “pacífica” del palacio de gobierno y la deposición del presidente, el Consejo de Estado de Perú con Francisco Sagasti al frente se pronunció llamando al respeto a la Constitución y a la institucionalidad nacional.

Sagasti también llamó a la calma y a la espera por la resolución definitiva de los reclamos electorales por parte del jurado competente en la materia, mientras se acrecientan las presiones por el retardo en la proclamación definitiva de Pedro Castillo.

La carta referida por Sagasti es clara sobre la intención de dar al traste con el resultado electoral hasta ahora consolidado, pues insta a los jerarcas militares a no reconocer el triunfo electoral de Pedro Castillo debido a las denuncias de “fraude sistemático” que ha realizado, sin pruebas fehacientes de respaldo, la derechista Keiko Fujimori, perdedora de la elección presidencial del pasado domingo 6.

“Tendríamos un presidente ilegal e ilegítimamente proclamado”, dice la carta, la cual también aconseja recurrir al Congreso “para dar una solución democrática”, es decir, se une a la línea de la anulación de la elección por vía del parlamento, aunque ello es inconstitucional.

Por qué es importante: Estos eventos concurren dado que factores de la derecha peruana, con Keiko Fujimori al frente, están fabricando una crisis política que pueda desembocar en una conmoción política, un posible golpe de Estado y un consecuente robo de la elección.

La impugnación masiva de actas por parte de Fujimori, en claro abuso de sus derechos políticos y aprovechando las debilidades del sistema electoral, han retardado la proclamación de Castillo proporcionándole tiempo, tanto al desarrollo de la crisis institucional como a la articulación de su quiebre.

No ha de descartarse que Fujimori esté también perturbando la institucionalidad toda, creando puntos críticos de presión para negociar su futuro. Esta posibilidad abre un conjunto de aristas, entendiendo que, aunque no pueda lograr robarse la elección, sí esté dispuesta a lograr su anulación y además, en alianza con otros factores de la derecha peruana, desbancar a Castillo antes que asuma. También es probable que esté presionando para eludir la justicia. Las posibilidades son múltiples.

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