A las primeras horas de este lunes 7 de junio, Perú todavía desarrolla una jornada electoral de infarto en la disputa, en segunda vuelta, por el cargo presidencial.
Sin datos todavía definitivos y en un proceso electoral manual, sigue realizándose el llamado “conteo rápido” de votos en la nación andina.
Datos: Los resultados publicados por el ente electoral (ONPE) a las 6:47 a.m. hora de Lima, este 7 de junio, indican que se han procesado un 90.48 % de las actas de escrutinio.
La diferencia es de 88.482 votos a favor de la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien alcanza un 50,27 % de los votos válidos, unos 8.207.598 votos.
Pedro Castillo, líder del novisimo partido Perú Libre, alcanza un 49,67 % de los votos válidos, unos 8.119.116.
La jornada registra hasta ahora un 6,2% entre votos blancos y nulos.
El restante de actas por procesar, son actas de territorios rurales, en su mayoría inclinados a favor de Castillo y actas de centros en el extranjero, en su mayoría inclinados a favor de Fujimori. Situación que sólo pone más tensión al final de fotografía.
Acorde a los reglamentos electorales en Perú, sea cual sea el resultado, por el margen cerrado claramente apreciable la elección se definirá definitivamente en el conteo “voto a voto”, un proceso mucho más lento y riguroso que el llamado “conteo rápido” que se sigue realizando.
Contexto: Pedro Castillo no era un hombre conocido ni siquiera por la mayoría de los peruanos apenas hace dos meses. Pero ha emergido desde el hemisferio político izquierdo de Perú en una épica disputa contra Fujimori, hija legítima de la clase política peruana de los últimos 30 años, heredera de su padre Alberto, exmandatario hoy sentenciado por crímenes de lesa humanidad a quien Keiko pretende indultar de llegar al cargo presidencial, al cual aspira ya por 3era vez.
“El profe” Castillo, maestro rural, rondero y hombre proveniente del Perú más profundo, ha logrado disputar el cargo presidencial contra una maquinaria sofisticada y poderosa. Sin medios de comunicación, sin aportes de grandes grupos económicos, sin un partido tradicional, con muy poco uso de las tecnologías de redes sociales y en medio de una campaña sin grandes anuncios, abrió un camino contra todo pronóstico en una campaña que comenzó desde la red de maestros rurales como estructura de base y que creció de manera vertiginosa hacia todo Perú.
Castillo logró un 19% de los votos válidos en la primera vuelta presidencial. Aunque fue el más votado, se suponía que había alcanzado su techo político, pero sin dudas ha cautivado a millones de peruanos y ha sumado a otros que no quieren el ascenso de Fujimori al poder.
Es sumamente relevante el caso de Pedro Castillo por estar totalmente fuera de los manuales conocidos en política electoral. Su procedencia desde una izquierda, claramente particular frente a las típicas organizaciones de izquierda latinoamericana, también nos habla de las múltiples dimensiones que toman los fenómenos de este tipo.
La campaña no estuvo exenta de polémicas. Esta semana se inició un proceso judicial, uno más contra Keiko Fujimori, esta vez presuntamente por el delito de compra de votos, luego de que fuera desmantelada una red que operaba en internet a favor de la candidata.
Por que es importante: Sea cual sea el resultado, es evidente que el conteo “voto a voto” definirá la elección, pero de su velocidad dependerá el desarrollo de una crisis política justo ahora en Perú, la cual ya debe considerarse inevitable.
Los seguidores de Castillo y de Fujimori rodean los centros electorales. Ante los resultados preliminares, Castillo ha llamado a la calma de sus seguidores, quienes denuncian fraude. Aunque en la jornada electoral se reportaron unos 150 incidentes pequeños y no parecía haber mayores irregularidades, lo ajustado del resultado hará ver las debilidades de la elección manual.
Los escenarios de violencia son altamente posibles en el corto plazo.
