Pedro Castillo, principal figura del partido política peruano Perú Libre

Pedro Castillo en Perú: Más preguntas que respuestas

En las presidenciales peruanas del pasado domingo el candidato del partido Perú Libre, Pedro Castillo, logró obtener, según los resultados oficiales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe), un 16,6% de votos a nivel nacional, lo que aseguraría su pase a segunda vuelta como líder en las preferencias.

En un cuadro de debilidad de los partidos, atomización de las preferencias y pérdida de legitimidad, con apenas 16,6 puntos Pedro Castillo logra el primer lugar, sin que esto signifique que tenga verdaderas probabilidades de ganar la segunda vuelta.

Datos: Según las cifras de la encuestadora Ipsos, en el mes de marzo Pedro Castillo solo tenía un 3% de votos, de acuerdo al sondeo publicado por Ipsos-El Comercio el 16 de marzo.

  • Un mes después, en la última encuesta antes del silencio electoral del 4 de abril, apenas duplicó su respaldo y llegó al 6%.
  • Si bien hay registros de encuestadoras arrojando datos falsos para modelar la percepción pública y favorecer a candidatos, también es sabido que estas suelen fallar, el caso de Castillo es sumamente inusual por nisiquiera haber aparecido en encuestas como alguien que pudiera disputar seriamente la elección.
  • La “sorpresa” de su victoria hizo a muchos buscarlo en las redes, donde se constató que al día siguiente de su elección todavía tenía una cuenta bajisima en sus redes sociales; menos de 2 mil seguidores en Twitter. Castillo no pagó publicidad en redes y en búsquedas web por fechas anteriores a la elección, el registro de menciones es sumamente bajo.
  • El ganador, pero con un modesto 16, 6%, está representado por sectores normalmente fuera de las mediciones de opinión y los espectros digitales: los sectores más marginados de Perú. “Castillo obtuvo mayor porcentaje de votación con respecto al resto de los candidatos en Cajamarca, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y otras 13 regiones, donde hay altos niveles de pobreza y necesidades históricamente postergadas por los Gobiernos”, dice el medio Rusia Today. En efecto, en algunas de estas regiones superó el 50% de la votación.
  • El perfil del candidato también es un cúmulo de datos a considerar. Docente de una escuela rural, magister en psicología, dirigente gremial del sector educativo y sin procesos penales en su contra, cuestión que no es un dato menor tratándose de Perú, país donde el lawfare es aplicado a rajatabla.
  • Antes de los resultados, Castillo fue noticia pintoresca y además fue ridiculizado, pues llegó a votar en una yegua que ante la muchedumbre de campesinos e indígenas casi pierde los estribos. Pero esa escena ilustró lo que pasó luego. Su victoria eventual fue imprevista, atropellada, tumultuosa y repleta de pueblo pobre.
  • El discurso del candidato es digno de analizar. De ideología socialista, el representante de Perú Libre plantea la necesidad de llevar a cabo una reforma económica con mayor intervención del Estado. Tiene como objetivo nacionalizar empresas de sectores claves para la soberanía económica del país, como el minero, petrolero, hidroenergético, gasífero y de comunicaciones.
  • Su campaña fue austera, de “cara a cara”, en sectores rurales y barriadas. Pero es más significativa en lo narrativo, pues no tuvo tapujos en fijar posturas que pudieran ser tildadas de “polémicas”. Ello mismo explica cómo las candidaturas recalcitrantes de derecha están logrando espacios, mientras las izquierdas socialdemócratas se mantienen entre cortapisas.

Por que es importante: Este resultado eventual es muy relevante por deslindarse de las formas regulares de la política, y además deja nuevas dudas sobre lo que creemos saber sobre las campañas políticas, los candidatos, las ofertas electorales, los imaginarios y las expectativas de la población frente a la política. Aunque el futuro de la candidatura de Pedro Castillo queda en entredicho, su victoria en primera vuelta ha sido un hito, pues arroja claves que bien conviene analizar.

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