Soldados de la RPD encima de un tanque, 2015

Suenan los tambores de la guerra en el Donbass: Claves de análisis

El conflicto en el este de Ucrania toma un nuevo auge después de que las fuerzas armadas de Kiev emprendieran una ofensiva armada para elevar las presiones contra Moscú e invalidar los Acuerdos de Minsk de 2015, cuyo fin fue frenar la confrontación armada y viabilizar una salida pacífica.

Premisa básica: En el transcurso de la revolución de colores ultraviolenta -con un evidente componente nazi- conocida como Euromaidán (2013-2014) que depuso al gobierno de Víktor Yanukóvich e instaló una administración complaciente a los intereses de la OTAN, Bruselas y EE.UU., en la región del este ucraniano del Donbass (fronteriza con Rusia) se organizaron milicias populares para tratar de revertir el golpe. Esta iniciativa fue salvajemente reprimida por Kiev, dando lugar a la organización de un referéndum y posteriormente a la proclamación de dos autogobiernos: la República Popular de Dotnesk (RPD) y la de Lugansk (RPL).

Contexto: Con la salida de Trump, que en su momento fue ampliamente criticado por el establishment debido a su intención de sostener relaciones civilizadas con Putin, la élite ucraniana ve una oportunidad estratégica para ajustar cuentas en el Donbass, contando con un apoyo estadounidense mucho más acentuado, pues al final de cuentas Joe Biden fue clave en la ejecución del Euromaidán en sus tiempos de vicepresidente de la administración Obama.

Ofensiva: En las últimas semanas, Kiev ha provocado una escala militar en la línea de contacto (espacio divisorio entre Ucrania y la RPD y RPL), utilizando armamento pesado prohibido en los Acuerdos de Minsk. Desde Dotnesk se ha respondido y ello ha provocado que el conflicto vuelva a inundar los titulares de prensa.

Uso selectivo: Como reporta una publicación del medio Katehon, entre “abril de 2014 y agosto de 2020 […] según la misión de seguimiento de la ONU, murieron 147 niños, 98 niños y 49 niñas” en el Donbass, eventos que han sido silenciados por la prensa occidental y sus gobiernos, a la espera del momento propicio para culpabilizar a Moscú interesadamente.

Cruce de declaraciones: Las tensiones se han profundizado en los últimos días, alcanzando un clima peligrosamente pre-bélico. Desde Kiev no solo se alimenta la ofensiva armada en el Donbass, sino que también se exige la adhesión del país a la OTAN de manera veloz, lo que representa un desafío a la estabilidad y seguridad de Rusia. Moscú ha respondido con finura diplomática con el fin de que Kiev recapacite y retome los contactos dentro de los Acuerdos de Minsk, pero también ha indicado que, desde el gobierno de Volodímir Zelenski, no pareciera existir la intención de controlar las provocaciones de las fuerzas armadas en el este de Ucrania, claramente dirigidas contra Rusia.

Otanización: El experto militar ruso Alexéi Leonkov prevé que, con apoyo de la OTAN en términos de asesoramiento y asistencia logística, Kiev podría desplegar un asalto de Dotnesk y Lugansk con el propósito de alcanzar la frontera con Rusia y bloquear todo tipo de ayuda militar o humanitaria hacia la región. La mayoría de la población de Dotnesk es rusa, así que una violación de tales características apoyada por la OTAN buscaría involucrar a Moscú.

Por qué es importante: Una comparación rápida entre la capacidad de fuego del ejército ucraniano, ruso y las fuerzas de RPD y RPL, muestran que Kiev perdería una hipotética guerra convencional. Por ende, más bien su ofensiva militar en el Donbass buscaría oficializar el estatus de Ucrania como país siervo de la OTAN y forzar a Moscú a empantanarse en un conflicto costoso en su frontera oeste.

La apuesta también intenta crear un nuevo pretexto para provocar una escalada en la política de sanciones y presiones geofinancieras occidentales contra Rusia, dirigida en concreto contra el proyecto Nord Stream 2, reforzando la posición de los países bálticos contra el proyecto aprovechando un nuevo momento de solidaridad automática con Kiev.

ASOCIADO