El reciente informe Venezuela en cifras: nuestra transición al socialismo, revela datos para mirar en profundidad el alcance del ataque a la economía del país, pero también la defensa que emplea el Gobierno bolivariano por sostener planes e inversiones sociales que puedan procurar la protección de los venezolanos.
Contexto: Desde el robo de los activos de Venezuela en el exterior, hasta las campañas publicitarias sobre ayuda humanitaria y el apoyo internacional a gobiernos ficticios que amparan todo ese andamiaje de ataque, Venezuela no ha dejado de operar políticamente para intentar estabilizar la vida social y económica del país.
Cifras: Recordemos que más de 5 mil millones de dólares es el valor de los recursos de los venezolanos para medicinas, alimentos y para la economía en general, retenidos ilegal y arbitrariamente en entidades financieras europeas. Además, cerca de 120 mil millones de dólares son las pérdidas de la República en los años más recientes con el incremento de las medidas coercitivas impulsadas desde Estados Unidos. El bloqueo económico ha representado la perdida de más de 10 veces los ingresos promedio del país.
Otros elementos: Pese al encarecimiento de las importaciones y materiales de construcción, la vivienda es reconocida como un derecho humano y no mercancía. Venezuela, en medio de la guerra, ha mantenido e incrementado el ritmo de construcción de viviendas, superando en mas de 1200% todo el periodo histórico precedente de la IV República. La Gran Misión Vivienda Venezuela ha construido más de 3.4 millones de viviendas”.
El informe también señala que “pese a la guerra económica, el desempleo para el 2019 cierra con valores entre 6 y 7%. Para el segundo semestre el desempleo se ubicó en 6,7%. El ataque a la moneda y su expresión en la batalla inflacionaria ha conllevado a una política continua de diversificación de los canales de ingreso de la población, así como de la protección del ingreso. Desde 1999, año en que se inició el Gobierno bolivariano, se han realizado un total de 52 aumentos del salario mínimo para reivindicar y proteger a la clase obrera venezolana”.
Defensa: La guerra económica contra el país ha generado un impacto importante en la vida cotidiana de la población, el Ejecutivo nacional ha tenido que redireccionar esfuerzos asociados al crecimiento del país, de la infraestructura, de la tecnología y el mantenimiento para amplificar los programas de protección social y evitar impactos de mayor nivel en la población. De esta forma, la inversión presupuestaria del país en materia de protección social subió de valores cercanos de 60% a un 76% en el presupuesto 2010 – 2020.
En el ámbito de la alimentación, la revolución ha impedido una hambruna “pese al direccionamiento claro de la agresión imperialista en este sentido. Sin las políticas sociales los valores sociales de afectación serían 4 veces mayores. Un ejemplo de esto es que Venezuela fue acreedora del reconocimiento de la FAO en los indicadores de nutrición y reducción de pobreza, en el 2013 y 2015”, recalca el informe.
Por qué es importante: Estos datos permiten constatar cómo la guerra y la agresión al país han obligado a redireccionar recursos a la inversión social, privilegiando los muros de contención a la población ante el bombardeo económico. Un dato importante señala que los índices de prevalencia de subalimentación son altamente sensibles a las importaciones y producción interna de alimentos. Si bien la agresión no logró poner el indicador en 40 puntos, al nivel de condición crítica el valor precedente se desplazó a un nivel moderadamente bajo, lo que demuestra la efectividad de la estrategia sobre la importación de rubros que aún no se producen masivamente en el país para enfrentar la crisis en la población más vulnerable.
