El Talibán entra a Kabul y toma el palacio presidencial sin resistencia

Sobre Afganistán y el retorno del Talibán

El Talibán retoma el poder pleno en Afganistán luego de que en las últimas dos semanas tomaran la mayoría de las ciudades, desde sus fronteras hasta la capital, Kabul, donde han logrado la toma, sin confrontaciones, del palacio presidencial.

Claves: El presidente afgano Ashraf Ghani abandonó el país este domingo cuando el Talibán empezaba a entrar a Kabul.

Ha sido proclamado Mullah Abdul Ghani Baradar como líder. El país retoma el nombre de Emirato Islámico de Afganistán, que sostuvo desde 1996 hasta 2001.

El Talibán toma el país a solo días de cumplirse 20 años del 11 de septiembre de 2001, cuando se efectuó el ataque al WTC en Nueva York. La invasión de la OTAN, que inició en octubre de 2001, tendrá una postal insólita y hasta impensable por muchos en su veinte aniversario.

El vertiginoso avance talibán concurre luego del retiro de tropas anunciado por EE.UU. y sus aliados, el cual se aceleró en los últimos tres meses. Donald Trump había firmado un Acuerdo de Paz con el Talibán y el gobierno afgano, pero es el gobierno de Biden el que procede a la acelerada retirada.

La conquista de Kabul ocurrió en solo días. Apenas el 8 de julio Joe Biden descartó toda posibilidad de que el Talibán tomara Kabul y para ello aludió que el ejército afgano contaba con 300 mil hombres bien armados y entrenados por EE.UU. en los últimos 20 años. Sin embargo, es evidente que los reportes de inteligencia que llegaban a manos de Biden no tenían asidero con los hechos en el terreno y con las dimensiones reales del avance talibán.

EE.UU. enfrenta la peor crisis en materia de seguridad y política exterior en la era Biden. Incluso, el retiro de personal diplomático de la embajada estadounidense y de otros países de la OTAN en Afganistán ha sido accidentada. El retiro de personal con helicópteros rememoró la huida de los estadounidenses de Saigón en 1975.

El Talibán se alza ahora no solo como la principal fuerza político-militar del país, son ahora una potencia militar en Asia central, esto debido a que cuentan con un ejército de 75 mil milicianos a los cuales podrían sumarse decenas de miles de militares del gobierno saliente. Igualmente, cuentan ahora con un importantísimo número de pertrechos militares que fueron heredados por EE.UU. al ejército afgano. Armas, vehículos blindados, artillería pesada, infraestructura militar, de comunicaciones, etc. Podría considerarse que ahora el Talibán es más fuertes que hace 20 años.

Por qué es importante: Es evidente que los actuales eventos son resultado del prolongado bucle belicista que EE.UU. propició en ese país desde “la pequeña guerra de Charlie Wilson” contra la URSS a mediados de los 80, por los auspicios de la Administración Reagan. Pero también es un hecho que coinciden en este nudo crítico, en tiempo presente, tanto la victoria estratégica por guerra prolongada del Talibán como el abandono discrecional de este frente de guerra por parte de EE.UU. Ambas situaciones no son excluyentes entre sí.

EE.UU. abandona un frente de guerra luego de un cuantioso gasto militar de más de 100 mil millones de dólares al año durante 20 años. Pero fabricando esta nueva crisis de seguridad al salir dejan la puerta abierta a una amenaza creíble que justifique un nuevo gasto favorable al complejo industrial-militar. El bucle parece prolongarse.

La alerta es de hecho regional, países como Rusia y China prestan atención a los eventos, pero además otros países fronterizos a la “tierra de afganos” (origen etimológico del nombre del país) han encendido alarmas. Turmekistán, Pakistán y Tayikistán temen inestabilidad en la zona y se espera que recrudezca la prolongada crisis de refugiados. Entiéndase con ello que el caso afgano es el más ejemplar en nuestro tiempo para referir la política de caos “constructivo” pero además perpetuo generado por Occidente.

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