Con el tiroteo masivo del pasado domingo en Colorado, en el que murieron 7 personas, Estados Unidos registra 191 en lo que va de 2021, en 13 de ellos han perdido la vida 4 o más personas, según cifras proporcionadas por Gun Violence Archive (GVA).
La fuente revela que en 2020 hubo 610 tiroteos mientras que en 2019 hubo 417, ese año 38 mil 730 personas fallecieron por disparos, entre las que 14 mil 970 fueron víctimas de homicidios, asesinatos, disparos intencionados y por uso defensivo, frente a las 14 mil 789 de 2018.
Un drama “fuera de control”: El pasado 09/05 un hombre ingresó armado a una fiesta de cumpleaños en el domicilio de su novia en Colorado Springs y le disparó a ella, a sus familiares y a los invitados donde se encontraban adultos y niños. Seis personas fallecieron y el sujeto se quitó la vida de un disparo.
- Diez personas, incluido un policía, murieron cuando un hombre armado irrumpió el pasado 22/03 en un centro comercial en Boulder (Colorado). El sospechoso resultó herido en el incidente, fue detenido y tratado por su lesión. La ciudad tenía una prohibición para la compra de armas de asalto, pero un juez la eliminó diez días antes del suceso.
- Brandon Scott Hole, de 19 años y exempleado de la compañía FedEx, comenzó a disparar el pasado 15/04 en las instalaciones de la compañía en Indianapolis (Indiana), dejó un saldo de 8 muertos de entre 19 y 74 años y varios heridos de gravedad, después se quitó la vida.
- La familia de Hole había avisado previamente a las autoridades que era una persona potencialmente violenta, había comprado de manera legal dos rifles de asalto meses antes del ataque pese a que estaba siendo investigado por el FBI. Estuvo recluido temporalmente en un centro de detención psiquiátrico y se le había incautado un arma de fuego en aquel entonces.
Joe Biden toma medidas: En abril pasado, el presidente estadounidense dijo que “La violencia con armas en este país es una epidemia y una vergüenza internacional”, además reclamó al Senado (donde los demócratas ostentan una muy frágil mayoría) reforzar el control de las armas de fuego. Su gobierno tomó 5 decisiones:
- El fiscal general Merrick Garland anunció la emisión de una regla para frenar la proliferación de armas de fabricación casera (armas fantasma) en 30 días, algunas se pueden fabricar en tan solo 30 minutos utilizando kits y piezas comprados en línea, además son difíciles de rastrear para las autoridades porque carecen de número de serie.
- Otra regla contra los soportes estabilizadores de pistolas, que ayudan en la precisión de las armas de fuego y controlan el retroceso convirtiendo, según el fiscal, a las pistolas en rifles de cañón corto.
- Nuevas inversiones en programas de intervención dentro comunidades propensas a la violencia.
- Publicación de leyes modelo de «bandera roja» para los estados que permitan la remoción temporal de armas de fuego de personas consideradas en alto riesgo de lastimarse a sí mismas o a otros.
- Publicación de un informe completo sobre el tráfico de armas de fuego, algo que no han hecho desde 2000.
Por qué es importante: El mercado de armas mueve más de 1 billón de dólares al año, la mitad del mercado energético y diez veces menos que la ayuda al desarrollo. Los tiroteos en Estados Unidos son una pequeña parte de un entramado mayor llamado “complejo industrial militar”, llamado así por Eisenhower, que necesita vender armas libremente para enriquecerse.
Es una simbiosis poderosa entre líderes militares, legisladores gubernamentales, burócratas y contratistas privados de ese país cuya industria, por cierto, es ampliamente superada en tecnologías por sus competidores.
Contrario a los discursos, es imposible vender o transportar armas a espaldas del gobierno del país que las produce. El “tráfico” de armas no es sino una violación no reconocida por los Estados de los embargos que ellos mismos dicen aplicar, aplica para casi todos los Estados productores de armas.
