Kamala Harris junto al canciller guatemalteco Pedro Brolo

Kamala Harris desluce en su primera visita a Latinoamérica

La reñida segunda vuelta en Perú y los resultados de las megaelecciones en México, eventos que acapararon el paisaje informativo por su simultaneidad e importancia, han dejado en un segundo plano los traspiés de la primera gira por Latinoamérica de la vicepresidenta de los EE.UU., Kamala Harris.

Dato: La segunda a bordo del Gobierno estadounidense se enrumbó a su primera visita oficial a Latinoamérica con Guatemala y México como primeros destinos. Su agenda estaría centrada en tratar las causas de la migración desde el Triángulo Norte, una bandera que la administración Biden está utilizando, entre otras cosas, para proyectar un factor de diferenciación con la gestión de Trump.

Protesta: Al aterrizar en Guatemala, Harris fue recibida por un grupo de manifestantes que portaban pancartas con mensajes de rechazo del estilo “Fuera Kamala”, “Kamala, mind your own business” o “Kamala Go Home”. Según el diario digital Milenio, en la protesta se encontraban exmilitares que combatieron en la guerra “civil” de Guatemala, y que en años recientes han marcado una postura crítica frente a instrumentos de corte externo como la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) o la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Burlas: En medio de su llegada, Harris repartió galletas con su figura en la parte trasera del Air Force Two, lo que provocó un tsunami de burlas en las redes sociales y todo tipo de comentarios sobre su narcisismo.

Contraste: Aunque la administración Biden y la propia Kamala Harris han estimulado una narrativa de solidaridad y benevolencia frente a los migrantes, su discurso en medio de la visita a Guatemala se posicionó en la dirección contraria. Concretamente, la funcionaria afirmó: “Al mismo tiempo, quiero ser clara para las personas de esta región que están pensando en hacer ese peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: No vengas, no vengas”.

Relaciones: Más allá de que el tono amistoso y de cooperación signó el encuentro entre Harris y el presidente guatemalteco, el portal de análisis Zero Hedge apunta que Alejandro Giammattei no coincide con la postura blanda de la administración Biden en torno a la migración, ya que ha estimulado a coyotes y traficantes. En reuniones anteriores, el presidente guatemalteco ha dicho que está de acuerdo con los EE.UU. en el “qué” más no en el “cómo” con respecto a la situación migratoria.

Gestos: Mientras tanto, en el segundo destino de Harris, México, todavía se discute si su visita al Senado será cancelada. Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la institución, ha dicho que “la invitación ha tenido reacciones mixtas entre colegas parlamentarios. El Senado ha buscado resolver asuntos por consensos; sin embargo, ahora hay en algunas voces que se han expresado y que temen que el proceso electoral y la polarización opaquen un encuentro que debería gozar del ambiente más favorable”. Pese a que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya tiene pautada una agenda de actividades con la vicepresidenta, el gesto del Senado hace deslucir la imagen de “autoridad” de Harris en su primera gira por América Latina.

Por qué es importante: Los errores y traspiés de Kamala Harris marcan una primera línea de interacción con la región latinoamericana que anuncia un escenario de dificultad para el imperio en cuanto a su capacidad práctica de imponer agendas geopolíticas. Es también un síntoma de la nueva correlación de fuerzas que se ha venido acentuando en el continente tras la sonora victoria del MAS en Bolivia, el Paro Nacional en Colombia, la victoria de fuerzas independientes y de izquierda en la Convención Constituyente de Chile y la consolidación de AMLO tras los buenos resultados de la coalición que lo respalda en las megaelecciones del domingo, frente a lo cual EE.UU. atestigua una enorme pérdida de influencia.

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