Una mujer iraní ejerce su derecho al voto en las elecciones paralmentarias de febrero del año pasado

Elecciones en Irán: Un cambio político en puertas

El próximo viernes 18 de junio, se realizarán las elecciones presidenciales en la República Islámica de Irán, la número 13 desde la Revolución Islámica de 1979. El evento electoral marcará un giro en la política interna y se proyectará en la geopolítica de la región.

Panorama: Estas elecciones transcurrirán en un contexto marcado por las complejas negociaciones en curso con Occidente sobre el acuerdo nuclear y las sanciones paralizantes activas contra la economía iraní, que el gobierno de Joe Biden ha mantenido intactas en un intento de extraer ventajas políticas bajo medios extorsivos.

Contexto: Las candidaturas aprobadas por el Consejo de Guardianes de la República Islámica implican un giro a favor de las tendencias “conservadoras” por encima del ala pragmática del establecimiento político que ha gobernado el país persa en los últimos años con Hassan Rouhani a la cabeza, quien tomó como principal línea de acción la búsqueda de acuerdos con Occidente (limitando el programa nuclear) a cambio de un relajamiento de las sanciones.

Datos: Mohsen Mehralizadeh y AbdolNaser Hemmati serían los únicos candidatos del ala pragmática en la disputa, sin embargo, su “poco atractivo nacional”, como indica el periodista Pepe Escobar, los ubica en un lugar periférico en el marco de la competencia electoral.

Proyección: Entre el resto de los candidatos es Ebrahim Raeisi, jefe del Poder Judicial iraní desde 2019 y de tendencia conservadora, quien podría alzarse con la presidencia finalmente. En las pasadas elecciones de 2017, Raeisi se postuló a la jefatura de gobierno y obtuvo un 38,30%, según un recuento realizado por el portal Middle East Eye. Por otro lado, el jefe negociador del programa nuclear entre 2007 y 2013 Said Jalili también se ha postulado. En 2013, obtuvo 11,36% de los votos.

Perfil: Para Pepe Escobar, Raeisi es un funcionario de perfil intermedio, pero “bien conocido por su lucha anticorrupción y su preocupación por los pobres y los oprimidos”. Se enmarca en la línea de la Guardia Revolucionaria Islámica de fortalecer el “Eje de la Resistencia” a nivel geopolítico, a medida que la reconfiguración de la zona, tras la victoria de Siria, el avance militar de la resistencia palestina y los renovados lazos con Irak, apuntan a su reforzamiento en menoscabo de los intereses transatlánticos.

Escenario: El curso de los acontecimientos recientes y la oposición de Washington de revertir las sanciones contra Irán para, con ello, retomar las negociaciones del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) desde un punto de reinicio aceptable indica que probablemente el proceso terminará estancándose de manera definitiva en Viena. Frente a este escenario, la República Islámica ha elevado sus apuestas, intensificando sus relaciones con Rusia, China y el proyecto de integración euroasiático. Ebrahim Raeisi encajaría en este cambio de prioridades como un conductor de confianza.

Por qué es importante: El resultado de esta elección definirá el futuro a mediano plazo de la nación persa. El giro hacia lo que convencionalmente se entiende como el ala “conservadora” hace previsible un acoplamiento de la política interna con el reforzamiento del “Eje de la Resistencia”, justo cuando Israel vive horas bajas ante la consolidación de la resistencia palestina. El cambio en esta dirección, además, coincide con el sentimiento actual de la nación iraní de los últimos años, extorsionada con sanciones destructivas y escéptica frente a las capacidades de acordar un marco de coexistencia con las potencias occidentales.

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