Pedro Castillo, el candidato presidencial que ha puesto contra las cuerdas a la élite política peruana

Datos de la segunda vuelta electoral en Perú

En el balotaje se medirán los candidatos más votados de la primera vuelta: Pedro Castillo y Keiko Fujimori, de los partidos Perú Libre y Fuerza Popular, quienes obtuvieron 18,92% y 13,41% respectivamente en el proceso del pasado 11 de abril en el que hubo una participación del 70%.

La contienda:

  • Circunscripciones: 1.874 (213 en el extranjero).
  • Locales de votación: 11.918 (223 en el extranjero).
  • Mesas de sufragio: 86.488 (3.440 en el extranjero) con tres miembros cada una y un testigo por partido.
  • Total de electores: 25.287.954 (997.033 en el extranjero).

Los candidatos: Castillo, que inicialmente no figuraba entre los primeros puestos de las encuestas para la primera vuelta, ganó con una candidatura modesta y tiene su base de apoyo en las zonas rurales. Es un dirigente magisterial de 51 años que se dio a conocer durante una huelga magisterial en 2017 que duró 75 días.

Fujimori, por tercera vez candidata presidencial, es administradora de negocios e hija del exdictador Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple condena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad, es investigada por el Caso Lava Jato en Perú al ser acusada de recibir sobornos de la trasnacional brasilera Odebretch hasta por un millón de dólares.

“No más pobres en un país rico”: El candidato de izquierda propone reformas estructurales que implican un cambio total al modelo económico peruano, entre otros, a través de una nueva Constitución Política a ser redactada por una asamblea constituyente que le de al Estado un papel activo como regulador del mercado.

Su idea de “economía popular con mercados” busca la nacionalización de sectores estratégicos tales como el minero, gasífero y petrolero. Aunque no está en contra de la actividad privada, dice que siempre debe traducirse en “beneficio de la mayoría de los peruanos”; además, plantea aumentar fuertemente el presupuesto para la agricultura y la educación.

Fujimori “Mano dura”: La candidata del estamento político tradicional está a favor de la pena de muerte y de una “ofensiva contra la corrupción”, promete mejorar el nivel de los docentes, los subsidios alimentarios y el sueldo de los médicos y bajar el costo de la luz. Además ha ofrecido 3 mil nuevas redes de agua potable y 6 millones de computadoras para fortalecer la educación virtual.

Defiende la Constitución promulgada durante la dictadura de su padre porque permitió generar más empleo, impulsar la atracción de más inversiones y “rescatar al Perú de las garras del terrorismo” luego de la crisis económica y de seguridad que se vivía en los 90. Sin embargo, reconoce las brechas sociales responsabilizando a los recientes gobiernos por no aplicar adecuadamente la carta magna.

Por qué es importante: Como enclave de la doctrina neoliberal el Perú ha visto en la pandemia un fuerte cuestionamiento a las ideas sobre distintas facetas de lo político y lo público, en particular la salud.

El estatus, representado en clases tradicionalmente poderosas, élites económicas, prensa cartelizada y redes criminales ligadas a la política, ha dominado durante más de 30 años de neoliberalismo y antipolítica. En este tramo de la campaña han intensificado ofensivas mediáticas de terror y miedo ante el hipotético riesgo de la democracia, la economía de mercado y una supuesta prosperidad económica que preservaría Fuerza Popular.

El fujimorismo es parte de una clase política que ha abandonado a la población en pleno confinamiento, ocasionando 180 mil muertes por covid-19 en nombre de la economía.

Lo que defiende ese estamento es su control de la institucionalidad, la continuidad de un modelo excluyente y la profundización de sus privilegios, particularmente los tributarios. Además la mano dura para imponer y profundizar un modelo extractivo y rentista que aumente la dependencia y atropellar al pueblo que salga a protestar contra un modelo económico excluyente.

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