José Miguel Vivanco, directo de Human Rights Watch, una ONG al servicio del golpe blando

¿Cómo operan y qué fines persiguen las ONG?

El surgimiento de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se consolidó luego de la segunda guerra mundial, en el marco de esfuerzos desde las sociedades de caridad y beneficencia para atender problemas sociales en la era post conflicto.

Sin embargo, el proceso evolutivo de muchas de estas organizaciones ha adquirido nuevas denominaciones y usos cada vez más instrumentales a motivos muy distantes de los inicialmente planteados.

Contexto: La política exterior estadounidense y europea, mediante sus planes de gestión, así como en legislaciones en materia de seguridad, han previsto el apoyo por vía de gobiernos ejecutivos y parlamentarios de las ONG acorde a modalidades expansivas de supuesto desarrollo social en áreas como: DDHH, ambiente, luchas por derechos civiles, transparencia informativa, entre otros.

En teoría, el desarrollo de la llamada “sociedad civil” propone modalidades de responsabilidad y acción social.

No obstante, en las últimas décadas ha sido claro el uso de algunas ONG para que estas apliquen, por vía tercerizada, estrategias de poder blando, de coacción, construcción de opinión pública, presión, fijación de información no oficial y discrecional y hasta desestabilización en países y gobiernos objetivos de los financistas.

Instancias como The National Endowment for Democracy (NED ) y la U.S. Agency for International Development (USAID) son los brazos articuladores más conocidos del gobierno estadounidense para el financiamiento y la entrega de directrices a muchas ONG en todo el mundo.

Datos: Es oportuno nombrar algunos casos de ONG acorde a diversos tipos, escalas y niveles de acción, que han actuado claramente desde diversos ángulos en operaciones concretas contra gobiernos y países objetivo de EEUU.

Nicaragua: La Fundación Violeta Barrios de Chamorro ha participado recientemente en acciones de lavado de capital e infiltración de financiamiento para sectores específicos que han propiciado la violencia política y la conmoción social en ese país en años recientes. Dicha Fundación ha actuado como un actor político que ha pedido y legitimado abiertamente la intervención militar.

Siria: Los llamados Cascos Blancos han sido financiados bajo el encubrimiento de acción humanitaria en la guerra, pero en los hechos han participado en operaciones conexas a lo militar, fabricando o legitimando operaciones de bandera falsa (como el supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio) y además han promovido la violencia salafista contra ese Estado árabe.

Cuba: El Movimiento San Isidro, que reúne a diversas agrupaciones, ha intentado retomar viejas prácticas que eran comunes de las Damas de Blanco, otrora movimiento civil que promovió la desestabilización en Cuba. El Movimiento San Isidro ha desarrollado operaciones de revolución de color mediante la fachada de acción cultural y han trabajado para construir opinión pública dentro y fuera de Cuba, legitimando agresiones contra el país.

Venezuela: La Organización Human Rights Wach, con sede en Washington, ha sido articuladora junto a ONG en Venezuela, como Provea y Foro Penal, para el levantamiento de falsa información en materia de DDHH que ha servido para consolidar un falaz expediente de legitimación del bloqueo contra la economía venezolana, han participado en la construcción de matrices de opinión y han hecho solicitudes de injerencia extranjera en el país.

Por qué es importante: El planteamiento operativo de algunas ONG es consistente con la aplicación de estrategias tercerizadas de desestabilización y guerra mediante vías no convencionales. Muchas de ellas funcionan como actores terceros no militares, pero van a los mismos fines.

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