Los ataques fueron realizados por aviones de combate de la Fuerza Aérea estadounidense

Claves del bombardeo de EE.UU. en la frontera de Siria e Irak

La ronda de ataques aéreos llevada a cabo por los Estados Unidos en la frontera entre Irak y Siria el domingo pasado constituyen una nueva agresión contra el derecho internacional, la paz de Oriente Próximo y desnuda el supuesto “retorno al multilateralismo” de los primeros 100 días de la administración Biden.

Contexto: Los ataques aéreos, según la declaración oficial del Pentágono a cargo de su portavoz John Kirby, tuvieron como objetivo “instalaciones operativas y de almacenamiento de armas” de las milicias iraquíes Kataeb Hezbolá y Kataib Sayyid al-Shuhada, que cooperan con el Ejército sirio, iraquí y la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en la lucha antiterrorista en la zona, y que son habitualmente señaladas bajo el sesgo de “milicias pro-Irán”.

Dato: Este es el segundo ataque aéreo ordenado por Joe Biden contra territorio sirio desde que asumió la presidencia del país. El primero fue en febrero de este año, cuando dos aviones F-15E Strike Eagle lanzaron misiles guiados contra la ciudad de Abu Kamal, ubicada al este de Siria, en la cual, según los estadounidenses, las milicias iraquíes antes mencionadas tendrían instalaciones de uso militar.

Detalles: La agresión militar de febrero y la del domingo pasado tienen como justificación dar una “respuesta” de autoridad frente a los ataques que han recibido instalaciones militares de los EE.UU. en Irak. En abril fue reportado el impacto de un dron artillado cerca de un puesto militar estadounidense en Erbil (al norte de Irak), y a principios de junio, desde la base Ain al-Asad, la cual es utilizada por militares norteamericanos, fueron derribados dos drones lanzados desde una dirección no especificada. Utilizando estos eventos de forma utilitaria para mantener su política hostil contra Siria, Kirby aseveró que “Estados Unidos actuó de conformidad con su derecho a la legítima defensa”.

Paréntesis: Los ataques contra instalaciones militares de los EE.UU. es un caso típico de “Blowback”, una categoría acuñada por la CIA para designar el efecto búmeran que, a largo plazo, tienen las intervenciones coloniales del imperio, siendo el caso iraquí uno de los más icónicos y crueles del nuevo milenio.

Respuesta: A raíz del ataque aéreo del pasado domingo, el contingente militar estadounidense que ocupa ilegalmente la zona circundante al campo petrolero de al-Omar, ubicado en la provincia siria de Deir Ezzor, ha sido atacado con cohetes según un reporte de la agencia estatal SANA. El campo petrolero simboliza la íntima relación existente entre la ocupación estadounidense en el este de Siria y el saqueo de recursos naturales.

Reacciones: El gobierno de Irak calificó los ataques aéreos como una violación inaceptable de su soberanía. En este sentido, el primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kadhimi, afirmó que “estudiará todas las opciones legales para prevenir la repetición de tales ataques”. La cancillería de la República Árabe Siria condenó el bombardeo en la misma línea y agregó que la acción solo contribuye a reforzar “la explosiva situación en la región”.

Por qué es importante: El bombardeo ocurre a pocos días del triunfo de Ebrahim Raisi en las elecciones presidenciales de Irán y en medio del encuentro entre el presidente de Israel Reuven Rivlin y su homólogo estadounidense, Joe Biden, quien aprovechó la atención de la prensa para atacar a Irán, advirtiendo que no obtendrá “bombas nucleares” mientras dure su mandato. Hace dos semanas la Cámara baja del Congreso de los EE.UU. votó a favor de derogar la Autorización para el uso de la fuerza militar (AUMF), un instrumento que le otorga al presidente poderes de guerra y un mando excepcional sobre las decisiones militares del imperio sin la necesidad de aprobación del Congreso. Con ese recurso jurídico, Bush hijo justificó la invasión colonial a Irak y es el mismo que Biden ha empleado para bombardear la frontera entre Irak y Siria.

Es probable que la última ronda de ataques aéreos busque proteger este artefacto jurídico y, al mismo tiempo, marcar nuevas líneas de tensión con Irán a medida que Washington continúa estacando las negociaciones para reanudar el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) en Viena.

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