La sociedad chile, a partir de la elección constituyente, decide dejar atrás la Constitución de Pinochet

Chile: Apuntes sobre la Convención Constituyente

Este sábado y domingo, se celebró en Chile la elección a la Convención Constituyente que se encargará de la elaboración de una nueva Constitución. Se trata del evento político y electoral más importante en la historia contemporánea del país austral.

Contexto: Esta elección viene precedida por el plebiscito del 25 de octubre de 2020, cuando tras una abrumadora participación en las urnas y luego de un intenso ciclo de protestas y movilizaciones sociales a finales de 2019 contra el statu quo representado en el gobierno de Sebastián Piñera, el 80% de los chilenos optó por la elaboración de un nuevo texto constitucional para sustituir la carta magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Algunos datos: En total se presentaron 1 mil 373 candidatos en diversas listas de organizaciones políticas. De los 155 miembros elegibles para la constituyente, 17 escaños fueron reservados para representantes de los pueblos indígenas, que destaca como uno de los elementos inéditos de la jornada electoral.

Resultados: Según reportó la BBC, “Con 99,91% de los votos escrutados, los independientes logran casi un tercio de los puestos (48 escaños), en unas elecciones en las que los partidos políticos tradicionales obtienen una representación muy inferior a la esperada. La suma de los independientes con las dos grandes listas de la oposición (Apruebo Dignidad, con 28 escaños, y Lista del Apruebo, con 25) supera los dos tercios”.

Consecuencias: El dominio del campo político progresista e independiente en la Convención Constituyente implica una derrota estratégica para el gobierno de Sebastián Piñera, pero también para la ecuación de los partidos tradicionales y élites empresariales que ha gobernado al país desde hace décadas bajo un modelo neoliberal de privatizaciones integrales y exclusión social. En vista de estos resultados, la derecha chilena ha quedado limitada en sus capacidades de influir decisivamente en el contenido del nuevo texto constitucional.

Reacciones: Piñera ha reconocido que los partidos del establishment no están “sintonizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía […] Estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y liderazgos. Es nuestro deber escuchar con humildad y atención el mensaje de la gente”, agregó, al mismo tiempo que se vio obligado a admitir que el “sistema político se está reconfigurando”.

Ondas y resonancia: Sin lugar a dudas, la elección constituyente en Chile tiene resonancia a escala regional, debido a que el denominado “modelo chileno”, construido con base a una fórmula de libre mercado extremo y represión estatal, continúa siendo la principal apuesta ideológica de las derechas latinoamericanas, a tal punto de convertirse en su horizonte de realización y legitimidad. Ante una nueva impugnación de este modelo en las urnas, los factores de poder tradicional observan con preocupación que la existencia de un giro político hacia nuevas alternativas de desarrollo económico y social podría socavar su influencia narrativa.

Por qué es importante: En esta misma línea, es fundamental entender que la importancia de los comicios en Chile rebasa sus propias fronteras. Con las próximas elecciones en Perú en puertas, donde el candidato de izquierda Pedro Castillo sigue punteando en las encuestas; y en medio de una intensa movilización social en Colombia, frente a la cual el uribismo ha respondido con una represión inaceptable, la constituyente del país austral indica que, en el eje geopolítico del Pacífico latinoamericano, clave para EE.UU. en su batalla para contener la creciente presencia de China, toma forma una tendencia de contestación integral contra el neoliberalismo y sus élites empresariales, justo allí donde dicho modelo se ha llevado a un extremo insoportable.

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