Al frente de 40 hombres armados, el comandante Tirso Salavarría tomó por asalto el Cuartel de Coro el 20 de febrero de 1859, apoderándose de 900 fusiles y lanzando el “Grito de la Federación”.
Ese día, que pasaría luego a formar parte del escudo nacional al lado del 19 de abril de 1810, estalló una guerra que finalizaría en abril de 1863 con la firma del Tratado de Coche, lo que consagró el triunfo nominal de la Federación. Los líderes del movimiento federalista fueron Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón.
Los bandos: El “país político”que nació en 1830 era la expresión de un sistema oligárquico de gobierno conformado por dos grupos dominantes:
- Partido Liberal: Remanentes del antiguo mantuanaje, nuevos grupos de “latifundistas”, pequeña burguesía urbana y caudillos militares que recibieron tierras como recompensa por su participación en la guerra independentista, depauperados por ejecuciones de hipotecas y créditos caros que se levantaron en 1846 y 1847.
- Partido Conservador: Una burguesía comercial, enriquecida por las oportunidades que ofrecía el abastecimiento continuo de 15 años de campañas militares, dentro y fuera del territorio nacional, aglutinados en torno a José Antonio Páez.
Las ideas: El movimiento insurreccional de Julián Castro (1858) prometió liberar a todos los trabajadores, sirvientes y campesinos que tomaran las armas pero traicionó su causa exiliando a varios líderes políticos.
El programa político federalista coincidía con la constitución vigente de 1858. Falcón, en su proclama de Palmasola, sentenció que en las Repúblicas corresponde a las mayorías el ejercicio de todos los poderes sociales. Exigían la abolición de la pena de muerte, la prohibición perpetua de la esclavitud y el sufragio universal.
Hechos y cifras: Los combates más importantes ocurrieron en los llanos altos y bajos (Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure y Guárico); hubo brotes en la zona centro-occidental (Falcón, Lara, Yaracuy, Carabobo y Aragua) y oriente (Anzoátegui y Sucre), lo que afectó la actividad agropecuaria.
Los Andes, Guayana y Zulia se mantuvieron prácticamente al margen de la lucha, lo que impulsó la producción de café y algodón.
Sólo hubo unidad en el seno del Ejército federalista bajo el mando de Zamora, entre febrero de 1859 y enero de 1860, cuando este fue asesinado en San Carlos.
Según Landaeta Rosales, entre 1859 y 1863, se libraron 2.467 acciones guerrilleras y 327 “batallas”.
Las muertes varían entre un 8 y un 11% de una población total de aproximadamente 1.800.000 habitantes, la malaria y la disentería cobraron probablemente más víctimas que los combates.
Tres grandes batallas importantes:
- Santa Inés (10.12.1859): Zamora, al mando del federalismo, venció al Gobierno, 1.200 bajas entre ambos bandos aproximadamente.
- Coplé: (17.2.1860): Fuerzas gubernamentales derrotaron al federalismo (4.500 hombres) bajo el mando de Falcón pero se decidió el curso de la guerra al dispersarse su ejército.
- Buchivacoa (26-27.12.1862): Federalistas derrotaron a 2.500 soldados del general Facundo Camero.
Por qué es importante: Zamora enfrentó al latifundio y con el grito de “Tierras y hombres libres”, lo que determinó conceptualmente el fundamento reivindicativo de esta guerra. Luego de la proclamación de una dictadura encabezada por Páez (1861), un sector civil de la burguesía comercial caraqueña pidió a la misión diplomática inglesa su intervención contra ambos bandos a cambio de “desprenderse del territorio de la Guayana y negociarlo con la Gran Bretaña, pagando con él la deuda extranjera contraída con súbditos ingleses, y además la deuda externa de la República”.
La dictadura inició conversaciones con Falcón en la sabana de Carabobo (1861) el Tratado de Coche, en 1863. El triunfo federalista no modificó las estructuras sociales sino que quedó enmarcado en el contexto de los intereses de una clase propietaria, la de los hacendados y los comerciantes.
