Nuevos ataques contra Venezuela desde la misión paralela del Consejo de Derechos Humanos

Este miércoles 10 de marzo, Marta Valiñas, presidenta de la llamada “Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela”, presentó un balance en la 46ª sesión del Consejo de Derechos Humanos donde fueron reiteradas desde esa misión nuevos señalamientos en materia de Derechos Humanos contra Venezuela.

Contexto: En septiembre de 2020 dicha Misión, de acuerdo a la resolución 45/20 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, presentó un primer informe que se levantó en paralelo a la colaboración y trabajo conjunto entre la Oficina de la Alta Comisionada de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet y las autoridades venezolanas.

Ahora, Marta Valiñas, a cargo de dicha Misión, ha presentado un nuevo balance, otra vez sin que la misma pisara suelo venezolano, sin contraste alguno de sus señalamientos con información oficial y sin emplear mecanismos creíbles de “verificación de hechos” tal como paradójicamente refiere su nombre, lo que constituye todo en un acto plagado de arbitrariedad.

Esta avanzada institucional paralela en la ONU contra Venezuela concurre en simultáneo al relanzamiento de los temas en materia “humanitaria” y de “Derechos Humanos” por parte de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, quienes respectivamente aplicaron medidas de tipo migratorio favorable a migrantes venezolanos, alegando sobre ellos “persecuciones” y “riesgo” en Venezuela. Medidas que están teniendo un alcance propagandístico y que son instrumentalizadas para legitimar operaciones de asfixia contra Venezuela mediante Medidas Coercitivas Unilaterales, fabricando refugiados por vías de decreto, sin base en la realidad.

Valiñas declaró fraudulentas las elecciones del pasado 6 de diciembre y adicionalmente refirió que en 2021 se habían cometido 200 “ejecuciones extrajudiciales” por parte de autoridades venezolanas.

Las fuentes referidas en la fraudulenta actualización del informe de esta Misión, siguen siendo ONG ampliamente reconocidas en Venezuela por su activismo antichavista y fuentes viciadas fuera de Venezuela.

Por qué es importante: Venezuela consideró que esta Misión presentó un informe que “carece de veracidad y fundamentación lógica”, indicando que no está debidamente sustentada en fuentes fidedignas y con propósitos funcionalmente políticos.

En este sentido, el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, resaltó desde su cuenta Twitter que esta Misión actuaba de manera “ideologizada” y además “inventa informes a distancia de manera anti-ética”.

En un comunicado emitido por la cancillería venezolana quedó sentado que dicha pseudo-Mision “es muestra palpable del doble rasero y el uso político de los mecanismos internacionales de derechos humanos, con la sola finalidad de seguir atacando a las instituciones venezolanas, como parte de la política de ‘cambio de régimen'”.

“Venezuela reitera su voluntad de seguir cooperando con el Consejo de Derechos Humanos, sus Procedimientos Especiales y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, siempre sobre la base del estricto apego a los principios de objetividad, no selectividad, imparcialidad, no injerencia en los asuntos internos y diálogo constructivo”, concluye el comunicado.

Los signos evidentes del empleo de las vías institucionales contra Venezuela están incrementándose durante las últimas semanas y tienen la marca distintiva de los demócratas en la Oficina Oval en Washington.

La conformación y fortalecimiento de un falso expediente de criminalización formaría parte de los mecanismos disuasivo de “poder blando” que los estrategas de Washington retoman contra Caracas con nuevo ímpetu.